Paperas: Síntomas de una patología de fácil contagio. Reposo, mucho líquido y analgésicos para combatir el dolor de cabeza y las décimas de fiebre que pueden acompañar a esta patología. Las paperas, salvo en casos severos, no suelen requerir hospitalización, pero sí constituyen una enfermedad de la que protegerse porque se propaga con facilidad. De hecho, si hemos contraído paperas podemos contagiar el virus desde siete días antes de la aparición de los primeros síntomas y hasta nueve días después. La mejor prevención, la vacuna (vacuna triple vírica, contra las paperas, el sarampión y la rubeola).
¿Quién es el responsable de las paperas? Un virus, en concreto el de la parotiditis, el cual provoca la inflamación –generalmente acompañada de dolor- de la parótida o de otras glándulas salivares. En la mayoría de los casos, las paperas se diagnostican en niños, pero los adultos también pueden contagiarse. De hecho, es una patología que puede ser más severa cuando se padece en la edad adulta. Suele aparecer durante los meses de invierno y en primavera.
La principal característica del virus de las paperas es su capacidad de contagio, por ejemplo al toser o estornudar, algo similar a otros virus de fácil propagación como los de la gripe. Tal y como hemos señalado, una persona con paperas puede contagiar a otra hasta una semana antes de la aparición de los primeros síntomas y hasta nueve días después. Los síntomas pueden tardar en aparecer hasta 2 y 3 semanas después del contagio.
¿Cuáles son los síntomas más comunes?
Los síntomas más comunes son malestar general, inflamación de la glándula parótida y, en ocasiones, de otras glándulas salivares, lo que puede traducirse, por ejemplo, en dolor de oído o dolor al masticar los alimentos. También pueden aparecer episodios de fiebre, dolor de cabeza, pérdida de apetito, dolores musculares o cansancio.
Las paperas requieren tratamiento, ya que en caso de complicaciones, en los casos más severos, pueden afectar a otros órganos, como el páncreas (pancreatitis) o el cerebro (meningitis urliana). También puede afectar a los ovarios (ooforitis) o a los testículos (orquitis).
Prevención y tratamiento
La vacunación es la medida más eficaz para prevenir las paperas, una enfermedad viral que ha conseguido reducir notablemente sus niveles de incidencia. Precisamente la vacuna, con una cobertura cercana al 95%, es la responsable de este descenso, una tendencia que puede verse en alguna ocasión interrumpida por un brote de diferente magnitud.
La vacuna contra las paperas se administra (vacuna triple vírica) en dos dosis, a los 12 meses y a los tres años. Vacuna que también puede administrarse a los adultos que no la recibieron en su momento.
En caso de contagio, el tratamiento más común para las paperas es reposo, ingesta de muchos líquidos (para evitar la deshidratación en caso de fiebre y ayudar al cuerpo a reponerse del cansancio generalizado) y analgésicos (paracetamol o ibuprofeno) para aliviar el dolor de cabeza y la fiebre.