Osteoporosis: ¿Conoces los riesgos? Después de la menopausia, en los casos de menopausia precoz o el haber tenido niveles bajos de estrógenos durante un tiempo prolongado, las mujeres corren más riesgos de desarrollar osteoporosis. Pero existen otros factores que aumentan el riesgo. Conocerlos es el primer paso para la detección y el diagnóstico temprano de un trastorno que afecta mayoritariamente a la mujer. A menudo, la osteoporosis se detecta después de producirse una fractura.
La osteoporosis está directamente relacionada con la producción de hormonas. La pérdida de masa ósea aumenta el riesgo de fracturas. La osteoporosis avanza de manera gradual y los huesos se vuelven extremadamente vulnerables, lo que conlleva que las fracturas necesiten más tiempo para curarse. La osteoporosis también afecta a las vértebras como consecuencia de la pérdida de densidad ósea y de la carga que tienen que soportar. Tal y como hemos señalado, los riesgos de osteoporosis son mayores en las mujeres después de la menopausia, para las mujeres con menopausia precoz, en los casos en los que se les haya practicado una extirpación de ovarios o hayan tenido bajos niveles de estrógenos durante largo tiempo. Hay otros factores de riesgo que juegan también un papel fundamental en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.
- Masa ósea: Si la masa ósea es inadecuada o insuficiente antes de que comience a disminuir, los síntomas de la osteoporosis se adelantarán.
- Herencia familiar: La osteoporis presenta un importante componente hereditario.
- Carencias hormonales: Cualquier alteración que reduzca los niveles de estrógeno, como puede ser la amenorrea o un trastorno alimenticio como la anorexia nerviosa, acelera la pérdida de masa ósea.
- Dieta inadecuada y sedentarismo: La carencia de calcio o de vitamina D conlleva una menor renovación ósea y un trasvase de calcio de los huesos a la sangre para compensar este déficit. La falta de ejercicio no frena la pérdida de masa ósea, todo lo contrario.
- Constitución delgada: Las mujeres delgadas tienen menos masa ósea, por lo que los efectos de la pérdida se hacen evidentes con mayor rapidez. Además, suelen ser más propensas a sufrir fracturas.
- Tabaco: Fumar aumenta los riesgos de osteoporosis y puede adelantar los síntomas de la menopausia hasta dos años. De la misma manera, abusar del alcohol se asocia con un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis, porque el alcohol inhibe la absorción del calcio.
Padecer ciertos trastornos también puede conllevar pérdida de masa ósea, como es el caso del hiperparatidoismo (se puede definir como la hiperactividad de las glándulas paratiroides).
Hueso: Densidad ósea
Los huesos, a lo largo de la vida y como cualquier otro tejido, se rompen y se regeneración, una función que en el caso de las mujeres realizan las hormonas estrógeno y progesterona. Unos huesos sanos y fuertes son sinónimo de un estilo de vida y unos hábitos saludables. Los huesos alcanzan su máxima densidad ósea entre los 20 y los 30. A partir de los 35 se estima que se empieza a perder calcio del esqueleto. La pérdida más importante se produce tras la menopausia, en los primeros cinco años.