Optimismo: consejos para ver el lado positivo de las cosas. Cuando somos de una forma de ser determinada a veces no somos conscientes de las verdaderas cosas buenas que hay en cada suceso que nos pasa. Sin embargo, sí lo somos de las cosas malas o negativas que en ellas suceden. Afrontar la vida con optimismo es sumamente necesario para todo el mundo, pensar solamente en la parte negativa no solamente no termina por no ser bueno para nosotros mismos sino que además cambia nuestro comportamiento, nuestra forma de ver la vida y por qué no decirlo también: nuestra suerte.
La forma de ver la vida que tengamos nos ayuda a no caer en el horroroso mundo de la ansiedad o la depresión que a tantas personas afecta alrededor de todo el mundo. Este tipo de enfermedades no afecta únicamente a un tipo concreto de personas ya que también los niños, jóvenes y adolescentes se ven afectados por ello.
Ver la vida con otro color es la base para alcanzar la felicidad. Cuando algo malo ocurre en nuestros hogares o en nuestras vidas podemos verlo de dos formas diferentes: desde la parte negativa donde nos preguntaremos el por qué a nosotros o desde la parte positiva.
En diferentes creencias se tiene la idea de que la energía que nosotros transmitimos es la misma que devuelve la vida. De tal forma, si nuestra filosofía se basa en ver el punto negativo de las cosas, no conseguiremos alcanzar aquellas metas que nos propongamos porque siempre habrá algo en nuestro interior que nos dirá que no podemos hacerlo.
¿Cómo intentar ser más positivo?
No hay unas claves para ser más positivo, ya que no puede ser así de sencillo. Lo que si existen son otras formas de ver la vida, de pensar que no todo lo que está a nuestro alrededor ocurre para hacernos sufrir.
- Los libros de autoayuda ofrecen para muchas personas un cambio en su vida, ya que estos textos les ayudan a reflexionar sobre la forma de ver el mundo que les rodea, de aprovechar al máximo cada minuto de su vida y aprender a ser felices acorde a lo que cada uno tenemos.
- Otra forma consiste en fijar unos objetivos reales en los que el condicional no existe. Es decir, no podemos fijar un objetivo diciendo “me gustaría acabar la carrera este año puesto que es el último”, lo que deberemos decir es “voy a acabar la carrera este año puesto que es el último”.
- Para seguir con lo anterior, no basta con ponerse metas sino hacer todo aquello que consideremos necesario para cumplirlas. El no cumplir alguna meta supone un fracaso, sin embargo debemos ser conscientes de nuestros límites y de nuestra capacidad para realizarlo.
- Aprende a analizar los detalles. Hacer esto supone tener más información para saber qué decisión es la correcta a tomar. La toma de decisiones acertadas supone una inyección de adrenalina que hace que nos sintamos mejor al conocernos y saber qué es lo que debemos hacer. Por el contrario, si no tomamos la decisión adecuada no hay que lamentarse por ello, sino analizar y aprender de esta situación.
- Aprender, aprender y aprender. Los libros, las clases y el conocimiento que nos hacen más sabios hacen que sepamos diferenciar qué es lo verdaderamente importante de lo que no lo es y por consiguiente sepamos ver el lado bueno y positivo de las cosas por encima de las negativas.
- La comunicación es muy importante. Aprende a relacionarte, intenta no estar solo y practica el entendimiento y la motivación.
- Motívate. Está demostrado por ejemplo que en las grandes empresas se llevan a cabo trabajos de motivación a los empleados. El por qué es muy simple y es que cuando una persona está motivada rinde mejor, obtiene mejores resultados y por lo tanto su crecimiento personal sigue en aumentando en línea ascendente.
Si tienes en cuenta estos consejos y los pones en práctica seguro que ves la vida de otro color. Y no olvides, para que el mundo nos devuelva una sonrisa, hay que sonreír al mundo.