Ojo seco: Causas, síntomas y tratamiento

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Dolor, escozor en los ojos, tirantez al pestañear o sensación de arenilla son los síntomas más comunes del denominado síndrome del ojo seco, un trastorno ocular provocado por diferentes causas, muy frecuente y molesto, pero que con un tratamiento adecuado se puede controlar. Según datos médicos, tres de cada diez pacientes que acuden al oftalmólogo lo hacen por problemas de ojo seco. Si no se trata puede provocar problemas visuales e incluso dañar la superficie ocular.
 
El denominado síndrome del ojo seco es un trastorno ocular más frecuente de lo que pensamos, el cual además no está reñido con la edad, es decir, puede aparecer en cualquier etapa de la vida. Entre sus síntomas, además de la sequedad ocular o la sensación de arenilla, también se incluyen la sensibilidad a la luz, la fatiga ocular, sensación de quemazón, dificultad para abrir los ojos al despertarnos y dificultades para leer. Síntomas que pueden influir directamente en nuestra concentración y rendimiento diario, así como provocar estrés.
 

Causas ojo seco

La inflamación del párpado, la escasa producción de lágrimas o su rápida evaporación son las causas más comunes del denominado síndrome del ojo seco, el cual puede aparecer a cualquier edad, aunque es cierto que al hacernos mayores podemos ser más vulnerables. Uno de los factores de riesgo de este trastorno ocular está en el tiempo, cada vez más, que pasamos delante de la pantalla de los ordenadores o de otros dispositivos móviles, ya que nos olvidamos de parpadear por lo que no se renueva la película lagrimal. El problema se complica cuando además usamos lentes de contacto de manera habitual. En estos casos, al ponernos delante del ordenador lo mejor es sustituir las lentes por gafas.
 

El aire acondicionado –sobre todo en verano- y la contaminación ambiental también pueden favorecer su aparición. Otra de las causas reside en que, con la edad, algunas personas pueden padecer una alteración de las glándulas del borde del ojo, lo que puede provocar irritación intensa y mayor sequedad ocular.
 

Tratamiento ojo seco

Las lágrimas artificiales son el tratamiento más común y efectivo. Podemos encontrarlas en forma de gel o en gotas y su función es hidratar la superficie del ojo. Las lágrimas en forma de gel suelen ser más recomendables en los casos en los que no se cierra bien el ojo al dormir y la córnea se seca con más facilidad, produciendo dolor. Las lágrimas artificiales son un tratamiento tópico que no solo alivia los síntomas del ojo seco, sino que mejora la visión y reduce la irritación ocular y las manchas de la superficie ocular.
 
También es aconsejable utilizar toallitas o espumas con propiedades antiinflamatorias para limpiar los párpados. En los casos más severos de síndrome del ojo seco está el suero autólogo.
 
El tratamiento de esta dolencia suele ser crónico, ya que al dejarlo la tendencia es a que vuelva a aparecer. Las lágrimas artificiales no se deben utilizar solo cuando el ojo seco molesta, sino de forma rutinaria (tres veces al día) para evitar y prevenir los problemas en la córnea y en la conjuntiva.

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