Neuritis óptica: ¿Cuál es su causa y tratamiento?

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Neuritis óptica: ¿Cuál es su causa y tratamiento? Estamos ante una patología, más frecuente entre las mujeres de edades entre los 15 y los 45 años, causada por la inflamación del nervio óptico y que se manifiesta con la pérdida, en apenas unos días, de la visión de uno de los ojos, aunque también se pueden ver afectados los dos. La neuritis óptica puede provocar la pérdida de hasta un 20-30% de la agudeza visual y, en algunos casos, provocar dolor en el ojo al realizar algún movimiento. ¿Qué síntomas nos pueden alertar de que algo no va bien?, ¿cómo se trata la neuritis óptica?
 
Aunque a las pocas semanas los síntomas pueden remitir, hay que evitar las recaídas y, sobre todo, tener en cuenta que la neuritis óptica puede estar causada por la comprensión del nervio óptico e, incluso, ser una señal que se anticipa a la esclerosis múltiple. La neuritis óptica se produce por la inflamación del nervio que provoca la pérdida brusca y repentina de visión en un ojo. La inflamación es la reacción a la pérdida de la mielina que rodea las fibras de los nervios, como si de una funda protectora se tratara, y que evita las interferencias a la hora de conducir los estímulos nerviosos.
 
El nervio óptico es el encargado de llevar hasta el cerebro los estímulos que se producen en la retina cuando la tocan los rayos luminosos para transformar la información en imágenes. La pérdida rápida de visión –hasta un 20-30% de la agudeza visual del ojo- es uno de los principales síntomas de una patología que además afecta más a las mujeres, con una proporción de cinco a uno, y sobre todo entre las edades comprendidas entre los 15 y los 45 años. Otros síntomas que pueden aparecer son dolor en el ojo al moverlo, pérdida de la visión cromática (los colores se perciban más apagados) y alteraciones en la pupila.
 
Aunque la causa de la neuritis óptica puede ser un interrogante, en otros casos está directamente relacionada con patologías que también incluyen entre sus síntomas la pérdida de mielina de los nervios, como es el caso de la esclerosis múltiple. De hecho, la neuritis óptica puede adelantarse, hasta más de una década, al diagnóstico de esclerosis. De igual manera, también se han detectado casos en los que la patología es un síntoma de enfermedades víricas (sarampión, varicela, herpes zóster o gripe), infecciones como la sinusitis o la meningitis, o enfermedades causadas por defensas erróneas del organismo (lupus eritematoso).
 

Tratamiento

Aunque en la mayoría de los casos la pérdida de visión remite de manera espontánea a las pocas semanas de aparecer, en los casos más severos se pueden administrar corticoides (durante los primeros días por vía intravenosa y, después, por vía oral). Las neuritis ópticas provocadas por el herpes zóster y el lupus son las que suelen tener una peor evolución. En algunos casos, se destruye un importante número de fibras del nervio, lo que provoca la atrofia parcial o total de manera definitiva.

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