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El trepidante ritmo, incluso hiperactivo, de vida que llevamos en ocasiones nos hace ser presas fáciles del estrés y la tensión nerviosa. El mindfulness es un conjunto de técnicas que nos permiten mejorar nuestro bienestar aprendiendo a canalizar las emociones, tanto positivas como negativas, y tratando de focalizar la atención en el momento presente. Incluso estamos ante una herramienta que podemos aplicar a lo largo del día, con unos sencillos trucos que nos ayudarán a vivir el presente y a relajarnos, aunque sea durante unos minutos, nuestra mente. Ese momento de relajación nos permitirá enfrentarnos con más energía a las responsabilidades cotidianas. Te proponemos tomar nota de 5 trucos para practicar el mindfulness en tu día a día. [/multipage]
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1. Concentrarse en la respiración
A lo largo del día reserva unos minutos para hacer algo tan sencillo como cerrar los ojos y respirar. Tan solo hay que prestar atención al ritmo de tu respiración, sentir el aire entrando y saliendo de los pulmones, logrando relajar la mente y destensando los músculos. Si lo hacemos al aire libre, los efectos serán mayores. [/multipage]
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2. Olvídate del móvil al ir en bus o metro
Si viajas en autobús o en metro, aprovecha estos viajes para desintoxicarte de las tecnologías. Dedícate simplemente a estar en el momento presente, y a esperar con atención y paciencia la llegada de tu parada, sin distracciones con el móvil o la tablet. [/multipage]
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3. Prestar atención a lo que haces
Por monotonía, por las prisas o por costumbres poco saludables, como comer deprisa o delante del ordenador, desaprovechamos muchos momentos a lo largo del día. El mindfunlness o atención plena nos propone ser conscientes de lo que hacemos, centrando la atención en la actividad y sin pensar en otras cosas. Si comemos, prestar atención al sabor, textura y olor de los alimentos. [/multipage]
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4. Exploración corporal en la ducha
Aprovecha la ducha diaria para practicar un sencillo ejercicio de exploración corporal para aumentar el bienestar. Centra la atención en el cuerpo, recorriéndolo de la cabeza a los pies, y notando cada sensación física. Una buena manera de empezar el día con energía y sensación de paz. [/multipage]
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5. Paseos relajantes
Nada como dar un buen paseo para liberar estrés, pero si no disponemos de tiempo para salir al campo, podemos aprovechar los trayectos hasta el trabajo o hasta el supermercado, por ejemplo, para centrarnos en el momento presente, en las personas que nos cruzamos, en los coches que pasan o esperan o, sencillamente, en nuestro ritmo al caminar. Es una forma de practicar al atención plena. [/multipage]
