Migraña: Cuestión de emociones. Influyen, en ocasiones mucho, en nuestra vida diaria y tienen la capacidad de alterar nuestro sistema nervioso. El estrés, la ansiedad y las tensiones pueden desencadenar la migraña, un tipo de cefalea que se caracteriza por un intenso dolor de cabeza, el cual puede llegar a ser incapacitante y llegar acompañado de otros malestares como náuseas y vómitos. Y no solo las emociones, también conviene vigilar la dieta.
No solo el estrés, cualquier emoción puede influir en nuestra rutina y en nuestra salud. Las emociones, en concreto, pueden alterar nuestro sistema nervioso. De hecho, la tensión muscular y los bloqueos articulares pueden estar detrás de los episodios de migrañas, un intenso dolor de cabeza que, en función de su intensidad y frecuencia, puede resultar incapacitante para desempeñar las tareas más cotidianas. Las emociones retenidas, tal y como señalan los especialistas, pueden hacernos más vulnerables a este trastorno e incluso agravar los síntomas. Entre ellos, además del dolor de cabeza, pueden aparecer otros como vómitos o náuseas.
Pese a que los dolores de cabeza o cefaleas pueden ser un problema de salud severo, lo cierto es que es una de las patologías, como señalan desde la Asociación Española de Pacientes con Cefalea, más infravaloradas y no siempre diagnosticadas. El dolor de cabeza se tiende a considerar como un problema pasajero, en ocasiones al que no damos la debida importancia. Entre los dolores de cabeza, la migraña, pero hay otros tipos, como la cefalea en racimos, la cefalea tensional o los dolores crónicos. La Organización Mundial de la Salud, OMS, la incluye entre las veinte enfermedades más incapacitantes.
La ansiedad y la depresión son las enfermedades más comunes que lleva asociada la migraña, pero es importante contar con un diagnóstico para saber con certeza las peculiaridades y causas de la migraña en cada paciente. Detrás de la migraña puede haber algo más que un problema emocional o un episodio de estrés agudo. Los hábitos o estilo de vida también pueden interferir. Así, un estilo de vida poco saludable –alimentación desequilibrada, hábito de fumar- puede hacernos más vulnerables a padecer dolores de cabeza recurrentes. En los casos más severos, un paciente puede llegar a padecer entre uno y tres episodios de migrañas al mes, lo que puede ser muy incapacitante. Si se produce algún patrón en las crisis, o los dolores se prolongan durante horas o días sin que los síntomas respondan al tratamiento se debe consultar inmediatamente con el médico.
Migraña: El papel de la dieta
Lo que comemos, y en concreto los alimentos ricos en histamina, pueden hacer que nos sorprenda la migraña. Y es que los especialistas han comenzado a subrayar la necesidad de prestarle atención a la dieta en los casos de migrañas. La histaminosis alimentaria se produce al acumular en el organismo histamina, una sustancia que puede producir la inflamación de los vasos del cerebro. La leche, el trigo y el huevo son algunos de los alimentos que se deben controlar en la dieta, pero los expertos apuntan a que la histamina también puede aumentar por efecto del estrés o por los cambios bruscos de temperatura.