La menta, una planta milenaria, esconde numerosas propiedades medicinales que pueden ser útiles y eficaces para aliviar determinadas dolencias o molestias. Pero como toda planta, ¿puede tener contraindicaciones? Vamos a ver qué hay detrás de las características hojas verdes de la menta.
La menta es un género de planta herbácea que pertenece a la familia de las Lamiaceae. Parecida a la hierbabuena, está compuesta fundamentalmente por agua, fibra, proteínas, minerales (calcio, potasio, cobre, magnesio, fósforo, sodio), vitaminas (A, B, C y D) y aminoácidos. A partir del aceite esencial de menta se extrae el mental, un tipo de alcohol descubierto hace miles de años en Japón y al que se deben gran parte de las propiedades farmacológicas y terapéuticas de la menta. Eso sí, tal y como recomiendan los médicos, no hay que abusar del consumo de mentol y de los productos que lo contienen.
Beneficios de la menta
- Remedio contra trastornos gástricos. La menta es un remedio eficaz contra las molestias gastrointestinales, ya que favorece el proceso digestivo. Uno de los usos más comunes de la menta más comunes es para aliviar los cólicos, náuseas y vómitos. También es útil para la irritación de colon. El aceite esencial de menta tiene efectos antiespasmódicos.
- Anestésico. La mente, cuando se utiliza para dolencias de la piel, tiene un efecto primero vasconstrictor y, luego, vasodilatante; es decir, ejerce de anestésico local. Un efectos que podría trasladarse al estómago, provocando una acción relajante y anestésica.
- Analgésico. Diversos estudios de investigación han constatado que el extracto de menta es un remedio eficaz contra los dolores de cabeza y, en especial, las migrañas. En concreto, los estudios han demostrado una reducción significativa en los niveles de dolor. En este caso, el remedio consiste en aplicar aceite esencial de menta en la zona afectada (frente y sienes), para reducir síntomas como náuseas, vómitos e intolerancia a la luz y al ruido.
- Antiséptico. La menta tiene fuertes propiedades antisépticas y antiparasitarias, actuando specialmente en el tracto gastrointestinal. Un efecto antiséptico y antiviral que tiene su origen en su contenido en polifenoles.
- Descongestionante balsámico. La menta también tiene un efecto refrescante, descongestionante, ayudando a eliminar las secreciones de las vías respiratorias. La mente ha sido utilizada, por ejemplo, en la medicina china para combatir la fiebre, la tos y las dolencias típicas causadas por el frío.
- Acción estética. En los cosméticos, aporta un toque refrescante, tonificante y depurativo, por lo que generalmente se añade a los productos de higiene corporal (champú, gel…). Aplicado sobre la pie genera una sensación de frescor y relajación local.
- Antigases. La menta evita la aparición de gases, ya que ayuda a relajar el esfínter esofágico, reduciendo el volumen de los gases intestinales.
- Acción aromática. La menta también se utiliza en la cocina, gracias a su efecto aromático. También se utiliza para la elaboración de bebidas, licores y productos de confitería.
- Anti mal aliento: Es un remedio natural y muy útil para prevenir el mal aliento (halitosis). Por ejemplo, se pueden hacer gárgaras con 5 mg de hojas frescas de menta disueltas en 100 ml de agua.
Contraindicaciones No se debe tomar menta en casos de úlcera digestiva, hernia de hiato o acidez estomacal, ya que el mentol puede empeorar los síntomas. Tampoco es conviente recurrir a los aceites esenciales de menta en casos de patologías del hígado, de colitis ulcerosa o diarrea. Como remedio terapéutico tampoco se aconseja seguir durante la etapa del embarazo y la lactancia.
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