Menopausia y depresión: ¿Cómo prevenirla? Aunque es cierto que la menopausia es una etapa más de la vida, también es obvio que suele venir acompañada de algunas molestias y trastornos que, si detectan a tiempo, pueden tratarse sin que ello reste calidad de vida a la mujer. Entre estos trastornos está la depresión, cuyos primeros síntomas suelen aparecer justo antes de que desaparezcan las menstruaciones. Una consecuencia más del desequilibrio hormonal de nuestro cuerpo en la menopausia.
Irritabilidad, nerviosismo, insomnio, cambios de humor, son algunos de los síntomas que aparecen en la etapa inicial de la depresión cuando esta acompaña a la menopausia. Síntomas que suelen aparecer en la etapa denominada perimenopausia, justo antes de la interrupción definitiva de los ciclos menstruales. El desequilibrio hormonal propio de la menopausia puede influir de manera negativa en el estado del ánimo de la mujer, pese a los numerosos tratamientos y terapias para ayudar a reducir los síntomas y las molestias propios de esta etapa. De hecho, según la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia, en esta etapa cuando las mujeres son más susceptibles y vulnerables y, por tanto, tienen mayor riesgo de sufrir una depresión.
No son los únicos síntomas que pueden acompañar a la menopausia. Uno de los trastornos más molestos son los sofocos, sequedad vaginal, sudores nocturnos y osteoporosis. Aliviar las molestias y mejorar la calidad de vida pasa por seguir una serie de consejos saludables, desde cuidar la alimentación (es recomendable, por ejemplo, tomar soja), realizar ejercicio físico a concienciarnos de la importancia de vivir con naturalidad cada etapa de la vida. Aceptar los cambios lógicos y propios del envejecimiento ayudará a la mujer a enfrentarse con mejor estado de ánimo a los cambios de su organismo, en este caso, a los cambios que conlleva la menopausia que, lejos de ser el final de una etapa, es el principio de otra nueva.
Los expertos y médicos en ginecología insisten en la importancia de concienciar sobre la puesta en marcha de políticas de salud específicas para las mujeres para una mejor prevención y detección de trastornos como la depresión en la mujer a consecuencia de la menopausia. No solo en esta etapa de la vida las mujeres somos más vulnerables a los episodios depresivos. Los cambios hormonales también tienen mucho que ver en nuestro estado anímico durante los ciclos menstruales, el embarazo o el parto.