Menopausia: una hormona para reducir los síntomas de un trastorno propio de las mujeres. Mejorar la calidad de vida y, sobre todo, ser la sustituta de las terapias hormonales, podrían ser los principales beneficios para la salud y el tratamiento de los síntomas de la menopausia que acompañarían a la hormona denominada dehidroepiandrosterona (DHEA). La menopausia es una etapa de la vida que puede venir acompañada de síntomas como sofocos, sudores o cambios bruscos del estado de ánimo.
Detrás de su largo nombre, dehidroepiandrosterona (DHEA), se esconde una hormona que segregan las glándulas adrenales y que, si se confirman los resultados llevados a cabo hasta ahora por los investigadores, podría convertirse en una buena aliada de las mujeres y del tratamiento de la menopausia. Reducir los síntomas (sofocos, cambios bruscos de humor, pérdida del deseo de mantener relaciones de pareja o sudores) y, por tanto, mejorar su calidad de vida es el objetivo de la investigación sobre los beneficios terapéuticos de esta hormona, la cual también podría ser una buena alternativa a las terapias hormonales que actualmente se están administrando.
La menopausia puede afectar a la calidad de vida de la mujer y, en ocasiones, llegar acompañada de otros trastornos de salud como la osteoporosis. Los investigadores de la universidad italiana de Pisa, cuyo estudio ha sido publicado por la revista de la Sociedad Internacional de la Menopausia, Climacteric, aunque han señalado que habrá que seguir adelante con los estudios para ratificar estas premisas, sí se muestran optimistas sobre las posibilidades que ofrece esta hormona que, de momento, se ha probado en un grupo de medio centenar de mujeres con trastornos posmenopáusicos serios. Durante un periodo de un año, doce de ellas tomaron calcio y vitamina D; otras 12 fueron tratadas con esta hormona; el tercer grupo con un tratamiento sustitutivo hormonal (combinación de progesterona y oestrógenos, la cual, hay que señalar, no siempre da los resultados esperados en las mujeres) y, el último grupo, con un esteroide (tibolina). Los resultados han sido que, la DHEA, administrada en dosis pequeñas, mejora la calidad de vida y las relaciones de pareja durante la menopausia. Una hormona natural, generada por el propio cuerpo, podría tener la respuesta terapéutica al tratamiento definitivo de los síntomas de la menopausia.
Tal y como hemos señalado anteriormente, los sofocos son uno de los principales síntomas que acompañan a la menopausia. De hecho, se calcula que siete de cada diez mujeres los sufren, lo que altera notablemente su calidad de vida. Sofocos que pueden persistir durante varios años y que se acompañan de ansiedad, sudoración y aumento de las palpitaciones. Esto se produce por una reducción de los estrógenos a la que reacciona el organismo. Seguir un tratamiento no solo ayudará a reducir los síntomas, sino también a prevenir otros trastornos que, si no se tratan, pueden interferir en la vida laboral y personal de la mujer, como problemas de sueño, falta de concentración, irritabilidad, ansiedad o depresión.