Pese que a los médicos apuntan a que, al menos, en el 25% de los casos sería aconsejable que la mujer en edad menopáusica siguiera una terapia para combatir los síntomas propios de esta etapa de la vida. La menopausia puede llegar acompañada de otras molestias, como los sofocos, o problemas de salud, como la osteoporosis. De ahí la importancia de seguir los consejos médicos para mejorar la calidad de vida y sobre todo, para seguir sintiéndonos bien tanto por dentro como por fuera.
Aunque durante la menopausia puede ser aconsejable seguir una terapia hormonal, el consejo médico solo es acogido por un 4% de las mujeres. Un porcentaje muy por debajo de las previsiones médicas, ya que como señalan desde la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia, se calcula que el 25% de las mujeres requiere seguir un tratamiento para combatir los síntomas o problemas de salud que puede llevar aparejada esta etapa de la vida. Así, los médicos recuerdan que entre los síntomas y trastornos más frecuentes están los sofocos, la osteoporosis, problemas cardiovasculares o incontinencia urinaria. Pero no solo las molestias o los cambios que experimenta nuestro cuerpo son físicos. La menopausia también puede provocar episodios de depresión, bajo estado anímico, ansiedad o problemas de sueño.
Mejorar la calidad de vida de las mujeres durante la menopausia es el objetivo prioritario, basado no solo en fomentar unos hábitos saludables (incluida una revisión de la dieta, la práctica de ejercicio físico y dejar el hábito del tabaco en el caso de las mujeres fumadoras), sino también en una ayuda complementaria como es la terapia hormonal. Pese a los beneficios que puede reportar esta opción terapéutica las mujeres siguen sin recurrir a ella, en la mayoría de los casos por falta de información o por no consultar a su ginecólogo sobre las opciones médicas para afrontar la menopausia con más salud.
La terapia hormonal en la menopausia
Los médicos y expertos en ginecología subrayan la importancia de adecuar la terapia hormonal (dosis, duración del tratamiento) a cada paciente, es decir, un tratamiento más individualizado. Entre otros, seguir una terapia hormonal no solo reduce síntomas como los sofocos, sequedad vaginal o sudoración, sino que favorece la prevención de la osteoporosis (y por tanto de los riesgos de sufrir una fractura) y mejora la salud cardiovascular.
Menopausia y hormonasLa edad media de aparición de la menopausia se sitúa en torno a los 50 años Aunque es cierto, y así lo confirman los médicos y expertos, que la mayoría de las mujeres no presentan efectos severos durante esta etapa y ni siquiera necesitan recurrir a un tratamiento farmacológico, sí hay un porcentaje no menos importante de mujeres que, durante un determinado tiempo, mejorarían su calidad de vida con la ayuda de una terapia hormonal. La más común es la combinación de estrógenos y gestágenos para combatir los efectos de la pérdida que de manera natural de esta hormona sufre durante la menopausia.
Cabe señalar que la terapia hormonal no es la única opción terapéutica, ya que aunque en algunos casos puede ser la más efectiva, también existe la alternativa de un tratamiento que no esté basado en hormonas, como puede ser la terapia a base de plantas ricas en isoflavonas (soja, trébol rojo). Eso sí, los médicos señalan que, por ejemplo, en el tratamiento de los sofocos, la terapia hormonal puede ser efectiva en un 90% de los casos, porcentaje que se reduce a la mitad si optamos por las isoflavonas.