Memoria: ¿Olvidos inexplicables antes de los 35? Aunque tendemos a asociar los despistes y la pérdida de memoria con la edad avanzada, lo cierto es que, según datos médicos, una de cada cuatro personas de entre 25 y 35 años también reconoce tener olvidos, un porcentaje que aumenta hasta el 35% a partir de los 40. Mantener la memoria activa es la mejor medida preventiva, y además está en nuestras manos. ¿Qué puedo hacer por mi memoria? Hábitos saludables como la práctica de ejercicio físico, asociada a una dieta sana y equilibrada, ayudan a no perder la memoria.
Aunque hay diferencias entre el despide y el olvido extraordinario, lo cierto es que la pérdida de memoria no debe asociarse únicamente a la edad avanzada. Y es que, según los datos recogidos por los médicos e investigadores, los olvidos también pueden afectar a los jóvenes. Se estima que entre el 30 y el 50% de las personas mayores de 65 años tienen olvidos cotidianos, como puede ser el nombre de otra persona. Pero es que una de cada cuatro personas, de entre 25 y 35 años, también reconoce tener olvidos, a veces insospechados e inexplicables.
Mantener activa nuestra memoria a cualquier edad es importante. ¿Qué podemos hacer para mejorar nuestra memoria? En nuestras manos está el mantenerla más activa y, por tanto, retardar los signos del envejecimiento. Así, los especialistas aconsejan ejercitar la memoria (desde hacer pasatiempos, puzles a leer), realizar ejercicio físico de manera regular, seguir una dieta sana -con la dieta mediterránea como perfil dietético más equilibrado-, y mantener las relaciones sociales. Los ejercicios intelectuales no solo son una distracción formidable, sino que ayudan a reforzar la memoria. En otras palabras, es una manera efectiva de ejercitar las conexiones neuronales y activar el funcionamiento del cerebro.
Mención especial para la dieta, de la cual podemos obtener interesantes beneficios para nuestra memoria. Una dieta en la que, como señalan los especialistas, no puede faltar el pescado azul, las frutas y las verduras.
¿Por qué perdemos memoria?
La explicación, en términos neuropsicológicos, es que a partir de una determinada edad comienzan a debilitarse las conexiones neuronales, lo que provoca la pérdida de actividad de ciertas zonas del cerebro. Esto provoca la aparición de determinados tipos de demencia que, en algunos casos, pueden conllevar la pérdida de memoria. Olvidos como no encontrar la palabra adecuada, no recordar el nombre de otras personas o las dificultades para realizar o aprender actividades nuevas son los más comunes entre las personas mayores. Cuando los olvidos o despistes dejan de ser ocasionales y se convierten en diarios debemos prestarles atención y consultar al médico. Debe ser el especialista el que realice el diagnóstico y verifique las causas de la pérdida de memoria, la cual en algunos casos se puede ayudar a activar a través de los talleres de memoria.
No obstante, no debemos esperar a que la memoria nos envíe las primeras señales –los despistes u olvidos- para empezar a reforzarla y a cuidarla. Por ello, es aconsejable que los hábitos saludables se promuevan a todas las edades, para llegar a la vejez en la mejor forma posible, no solo en cuanto a salud física, también con una memoria activa.