Medicamentos: Cuidado con las altas temperaturas. Y es que cuando el termómetro se dispara gana enteros la prevención, ya que los fármacos y las temperaturas demasiado elevadas pueden ser una unión con efectos secundarios y contraindicaciones para nuestro cuerpo. Tal y como recomienda la Agencia Española de Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, ciertos fármacos pueden aumentar los riesgos de padecer un golpe de calor o el denominado síndrome de agotamiento.
Si estás tomando medicamentos, con la llegada del calor, es aconsejable extremar las precauciones, tal y como recomiendan desde la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Las altas temperaturas y el consumo de ciertos fármacos no parecen ser un buen binomio, ya que puede aumentar los riesgos de padecer un golpe de calor (fracaso grave y agudo de la termorregulación que debe tratarse de manera inmediata), un episodio de hipertermia o un agravamiento del denominado síndrome de agotamiento (alteración, en términos médicos, del metabolismo hidrosódico provoado por la pérdida por la sudoración). Un riesgo que aumenta en el caso de tratamientos farmacológicos prolongados o en pacientes que toman más de un fármaco (polimedicados), sobre todo pacientes de más edad.
Una recomendación de la agencia dependiente del Ministerio de Sanidad incluida en el Plan de Prevención de Efectos de Altas Temperaturas 2012 y que incide especialmente en determinados medicamentos que pueden alterar los niveles de hidratación o afectar a la función renal. Entre ellos, los diuréticos y los antiinflamatorios no esteroideos, así como algunos antibióticos, antivirales, antiarrítmicos, antidiabéticos orales, antiepilépticos y los hipocolesterolemiantes (las estatinas y los fibratos).
La Agencia del Medicamento también lanza otra advertencia, y es que los fármacos también pueden agravar los efectos de las altas temperaturas, en concreto medicamentos prescritos para controlar la presión arterial (antihipertensivos, antianginosos o fármacos que inciden sobre el estado de vigilia). Efectos del calor que, como recuerdan los especialistas, también se pueden agravar por el consumo de determinadas sustancias estupefacientes o de una mayor ingesta de alcohol.
Desde el Ministerio de Sanidad se incide en la importancia de evaluar el tratamiento prescrito en cada caso, teniendo en cuenta la enfermedad, el estado del paciente y la posibilidad de retirar aquellos fármacos que no sean indispensables. En caso de deshidratación, evitar los antiinflamatorios esteroides, y si aparece fiebre, evitar el paracetamol, ineficaz en los casos de golpes de calor ya que puede agravar la afección hepática. Antes de administrar o tomar diuréticos, hay que comprobar que la ingesta de líquidos y de sodio son las adecuadas. Y consejo prioritario, no automedicarse, porque no hay que olvidar que todos los medicamentos tienen efectos secundarios, los cuales como señalan los profesionales se pueden ver agravados en situaciones de altas temperaturas.
Las altas temperaturas afectan especialmente a los niños, a los mayores y a los pacientes con una patología crónica que requiere un tratamiento continuado. Los mayores son especialmente vulnerables por la pérdida de la capacidad de sentir sed y por una reducción de su capacidad de termorregulación mediante la transpiración.