Manchas en las uñas: ¿Hay que prestarles atención? Sí, porque aunque en la mayoría de las ocasiones se trata de una alteración de las uñas sin importancia, la aparición de manchas también puede alertarnos de que algo no va bien en nuestro organismo y, en concreto en nuestra piel, ya que una de las manchas o alteraciones de las uñas pueden ser, entre otros, una señal de psoriasis o eccemas. Pero no es la única patología de la que nos puede alertar. Y, por cierto, los mitos también rodean a las uñas, y en concreto a las manchas blancas, las cuales nada tienen que ver con la carencia de calcio.
Las uñas, aunque no siempre les prestemos la debida atención, también pueden ayudarnos a detectar lo antes posible algunas de las alteraciones o problemas de la piel. Así, la presencia de manchas en las uñas puede alertarnos de algunas patologías de la piel y de nuestro organismo. En concreto, según explican los especialistas en dermatología, algunas patologías como la psoriasis o los eccemas pueden provocar alteraciones en las uñas, al igual que otras enfermedades sistémicas como la insuficiencia renal o los problemas de cirrosis hepática. En el caso de las enfermedades orgánicas, una de las señales, es la aparición de manchas de color negro –manchas longitudinales- y que no desaparecen, sino que persisten aunque la uña crezca. En estos casos, si las manchas persisten, debe consultarse al médico o especialista. Por su parte, en el caso de patologías como la insuficiencia renal, las manchas son de color blanco, manchas anchas y transversales.
Tal y como subrayan los especialistas en dermatología, aprender a leer nuestras uñas nos puede ayudar a adelantarnos al diagnóstico de algunas patologías.
Y siguiendo con las manchas de las uñas, una de las creencias más comunes es la relativa a la que la aparición de alteraciones o manchas blancas responde a la carencia de calcio. Sin embargo, los especialistas no están de acuerdo y apuntan a que estas manchas se deben a pequeños microtraumatismos que aparecen cerca de la zona de la cutícula y que se producen al realizar actos tan cotidianos como meter las manos en el bolsillo de un pantalón ajustado. Además, añaden los expertos, el calcio no influye en el estado de salud o en la dureza de las uñas, no así las proteínas, las cuales sí tienen un papel fundamental al ser las encargadas de darles dureza.
Además de mirarnos las uñas para comprobar su estado de salud, también hay otra serie de hábitos que debemos evitar, como el de mordérnoslas, ya que esto puede generar lesiones en el lecho ungueal (la zona que se sitúa debajo de la uña), lo que puede dar lugar a alteraciones de la anatomía de la uña.
Y algún otro consejo interesante a seguir para salvaguardar la salud de nuestras uñas, por ejemplo con el uso de acetona. Especialistas en dermatología consideran que es mejor evitar los quitaesmaltes con acetona, al tiempo que insisten en realizar la manicura con cuidado para evitar retirar mucha cutícula, lo que puede ser foco de infección. Hidratar nuestras manos, sobre todo después de la ducha, y evitar abrir latas de metal con las uñas son otros dos consejos para proteger una parte de nuestra anatomía muy importante.