Manchas en la piel: ¿Cómo prevenirlas? Además de las pecas y los lunares, hay otras manchas que aparecen en nuestra piel, sobre todo a partir de los 30, y que en algunos casos como en el de las embarazadas, no tienen mayor importancia que la estética y se pueden disimular con un poco de maquillaje. Otras manchas del cuerpo o de la cara son, sencillamente, consecuencia de la exposición al sol, por lo que la mejor manera de prevenirlas sería evitar tomar el sol de manera prolongada y, sobre todo, protegerse con un protector solar de factor elevado.
Dicen que la cara es el reflejo del alma y la piel, el mejor termómetro para medir nuestra bienestar. Una piel cuidada, bien hidratada y protegida, nos hará sentir mejor. Y entre los cuidados, hay que prestar atención a las manchas de la piel, tanto las que aparecen en el cuerpo como en la cara. En ocasiones, las manchas no pasan de ser un problema estético, pero en otras ocasiones pueden un ser un síntoma de un problema de salud, como sucede con las denominadas manchas hepáticas.
Las manchas son, por definición, una alteración del color de nuestra piel. Entre las más habituales, las pecas y los lunares, los cuales conviene vigilar por si cambian de tamaño o forma, si pican o sangran, pero que en la mayoría de los casos no suponen ningún problema.
Las manchas producidas por el sol se deben a una exposición prolongada, lo que se incrementa si no se hace con una protección adecuada. Durante el embarazo, los cambios hormonales, pueden provocar la aparición de manchas en la cara y en el pecho. Unas manchas similares a las que pueden aparecer en la menopausia o cuando se están tomando anticonceptivos.
A veces, debido a un golpe o por la ingesta de algún tipo de fármaco, pueden aparecer manchas azules. En caso de no encontrar la causa, conviene consultar al médico o dermatólogo, ya que pueden ser síntoma de un problema de salud.
En todos los casos, desde las pecas a las manchas del embarazo, la exposición prolongada al sol es lo primero que se debe evitar, ya que favorece su aparición y agrava el problema. Además, es conveniente evitar exponerse a las horas centrales del día, así como no usar productos con alcohol (algunos cosméticos, perfumes) si vas a tomar el sol. No exponerse demasiado al sol también nos librará de arrugas y de las manchas que pueden dejar las cicatrices o el acné.
Nuestra piel está siempre expuesta al sol, no solo cuando acudimos a la playa o a la piscina o nos decantamos por una sesión de rayos UVA. Por eso, debemos hidratarla y protegerla a diario, beber suficiente agua y llevar una alimentación rica en vitaminas.