Leucemia linfática: Descifradas las células originarias. Un hallazgo con nombre español, a cargo de los investigadores de las universidades de Barcelona y Oviedo pertenecientes al Consorcio Español del Genoma de la Leucemia Linfática Crónica. Un importante paso para la mejora del diagnóstico de la enfermedad y que, además, permitirá seguir mejorando en el desarrollo de tratamientos cada vez más personalizados. La leucemia linfática es, según datos médicos, el tipo de leucemia más frecuente en nuestro país, con una media de mil casos nuevos diagnosticados al año.
Nuevas respuestas sobre el origen de la leucemia linfática. Respuestas que permitirán detectar la evolución de esta patología y mejorar los tratamientos actuales. Un importante hallazgo que se traduce en la identificación de los considerados los primeros epigenomas de la leucemia linfática, descifrando las células que están en el origen de la enfermedad y en los mecanismos moleculares de su evolución. El hallazgo, como hemos señalado, tiene sello español, de la mano de las universidades de Barcelona y Oviedo y del Consorcio Español del Genoma de la Leucemia Linfática Crónica.
Resultados del trabajo de investigación, publicados en Nature Genetics, que además completan el hallazgo de hace apenas un año, a cargo de otros dos investigadores españoles, de la secuencia completa del genoma de este tipo de patología, el tipo de leucemia por cierto más frecuente en nuestro país. Ahora, los investigadores, en este nuevo estudio, han analizado de manera simultánea el genoma y el epigenoma, considerando a este conjunto de mecanismos moleculares como los responsables de activar y desactivar genes.
La investigación, tal y como han explicado los autores, ha contado con la participación de 139 pacientes. Con la utilización de los denominados secuenciadores de última generación, así como el análisis de diferentes subtipos de linfocitos de la sangre, los investigadores han podido desvelar más de un millón de alteraciones epigenéticas. Por su parte, los patrones epigenéticos han permitido dividir en tres grupos diferenciados a los pacientes diagnosticados de leucemia linfática en función de su curso clínico. Esto, en otras palabras, permite constatar el origen celular de la enfermedad y va todavía un poco más allá, ya que desvela hasta tres posibles células de origen, las cuales condicionarán de diferente manera el curso de la enfermedad en los pacientes.
Así, y en base a los nuevos resultados, las células estarían detrás de tres tipos de leucemias linfáticas: las crónicas, y las más agresivas, y que procederían de las células inmaduras; las intermedias y, en tercer lugar, las células maduras. Esto permite, como hemos señalado anteriormente, contar con más datos a la hora de realizar el diagnóstico y aplicar un tratamiento más personalizado. Este hallazgo también abre la puerta a una nueva línea de investigación en el campo terapéutico, como es el desarrollo de terapias basadas expresamente en la modificación de alteraciones epigenéticas.
El diagnóstico precoz y la posibilidad de adelantarse a la evolución de la enfermedad son las mejores y más eficaces herramientas para aplicar el tratamiento más adecuado y ganar la batalla a una enfermedad de la que cada año se diagnostican en nuestro país un millar de nuevos casos.