La ley del espejo: 5 claves para entenderla y mejorar nuestras relaciones

Todos, en algún momento de nuestra vida, nos hemos sentido defraudados con alguien del que esperábamos más o simplemente que adoptara otra actitud. Pero, ¿de dónde mana esa decepción? De nuestro interior. La ley del espejo nos enseña que la vida es un espejo que refleja nuestro interior y, por tanto, lo que vemos en los demás, sea bueno o malo, es en realidad como somos nosotros. El sentimiento, negativo o positivo, que nos despierta una persona al conocerla hay que buscarlo en nuestro interior. En pocas palabras, y siguiendo la ley del espejo, las circunstancias y acontecimientos de la vida son una proyección de nuestras creencias, formas de pensar y actuar. Entender esta premisa, y ponerla en práctica, nos ayudará a mejorar nuestras relaciones y nuestro bienestar emocional. Descubre las 5 claves de la ley del espejo.

1. Busca las causas en tu interior

Cada uno de nosotros somos dueños de nuestra realidad, la cual se dibuja en nuestra interior y tiene su reflejo en lo que experimentamos y nos sucede en el día a día. Mirar hacia nuestro interior, ser honestos con nuestros sentimientos y pensamientos, nos ayudará a ver la realidad de otra manera. Si emociones negativas como el enfado o la frustración se alojan en nuestro interior, sin darnos cuenta, harán que veamos la realidad desde una perspectiva negativa.

2. Conocernos mejor a nosotros mismos

La ley del espejo plantea que si tenemos la valentía de reconocer que los pensamientos, defectos o virtudes que atribuimos a otras personas son en realidad un reflejo de nuestro interior, iniciaremos el camino para conocernos mejor y, sobre todo, para sentirnos bien al ser capaces de modificarlos.

3. Mayor autocontrol

Ser conscientes de que reflejamos en la visión que tenemos de los demás nuestro propio interior nos ayuda a recuperar el control sobre los pensamientos, situaciones y acontecimientos. Y, sobre todo, transformar lo negativo en positivo.

4. Mayor bienestar

En el trato diario con los demás podemos ganar o perder, en términos emocionales. De nosotros depende, ya que si nos mostramos amables recibiremos amabilidad. En otras palabras, no se trata de fijar límites, sino de tratar de buscar lo mejor en cada persona.

5. Ser agradecidos

Puede ser un ejercicio complicado al principio, pero la ley del espejo exige voluntad y valentía para reconocer en las personas no solo los aspectos que nos disgustan ya que incluso habrá más de una con la que nos sintamos agradecidos por la ayuda prestada o el gesto realizado en determinado momento.

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