Detrás de su característico color rojizo o azulado se esconde un aliado de primera para la salud, el arándano, un pequeño fruto que además de nutritivo también tiene propiedades medicinales. Hay distintas variedades de arándanos. Por un lado, el árandano rojo (también conocidos como cranberry) y, por otro, el azulado (conocido como blueberry). Son conocidos sobre todo por su contenido en antioxidantes, pero sí hay una propiedad del arándano especialmente beneficiosa para la salud femenina es, sin duda, su efecto antiséptico y antibiótico. Cuando se trata de combatir infecciones urinarias, hay que apostar por el arándano rojo, rico en sustancias acidificantes de la orina.
Incluir arándanos en la dieta es una recomendación a la hora de prevenir y aliviar los síntomas de infecciones como la cistitis, gracias a su contenido en proantocianidinas, sustancias que impiden que las bacterias se adhieran a las paredes de la vejiga. La cistitis es una inflamación de la vejiga provocada en la mayoría de los casos por una bacteria llamada Escherichia Coli. Infecciones que, sobre todo en verano, pueden volverse más recurrentes y molestas (quemazón y dolor al orinar son sus síntomas más frecuentes). El zumo de arándanos rojos tiene efecto antibacteriano y antiséptico para combatir las bacterias responsables de las infecciones urinarias. Su contenido en ácido hipúrico aumenta la acidez de la orina y evita la proliferación de bacterias. Además este pequeño fruto contiene ácido quínico que favorece la eliminación de orina.
Preparar zumo de arándanos
Tomar un vaso (400 ml) al día de zumo de arándanos casero -sin azúcares añadidos- previene no solo la inflamación de la vejiga, también infecciones que puedan afectar a los riñones y tractor urinario. También es recomendable para prevenir la formación de cálculos renales. Para aprovechar todos los beneficios de los arándanos, toma nota de lo fácil y rápido que resulta preparar un zumo.
En primer lugar, los ingredientes que vamos a necesitar son 2 vasos de arándanos, 1 vaso de agua fría, zumo de limón y azúcar (opcional). Lavamos bien los arándanos y los colocamos en el vaso de la batidora, junto con el agua y el zumo de limón. Batir bien y, al finalizar, añadir una pizca de azúcar Y listo para tomar.
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