Incontinencia urinaria: Consejos de prevención

La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina, un problema incómodo y que suele ser más frecuente a medida que nos hacemos mayores. Un problema del control de la vejiga que se puede prevenir y tratar, y que según datos médicos afecta aproximadamente al 30% de las mujeres adultas.

Poner en práctica los ejercicios del método Kegel o contolar la ingesta de alimentos y bebidas que aumentan la necesidad de orinar son dos sencillas recomendaciones para fortalecer los músculos del suelo pélvico y controlar la pérdida de orina. La incontinencia urinaria, que también puede producirse durante el sueño (conocida como enuresis nocturna), puede mermar seriamente la calidad de vida de quien la padece, ya que puede reducir la autoestima y mermar su autonomía.

¿Qué causa la incontinencia urinaria?

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La incontinencia urinaria suele estar causada por una relajación de la vejiga cuando se llena. Determinados medicamentos, como los prescritos para el tratamiento de la hipertensión o la insuficiencia cardiaca, también pueden tener efectos diuréticos.

Cuando la incontinencia viene acompañada de dolor o escozor al miccionar puede haber una infección de orina. Además, los problemas de incontinencia pueden estar relacionados con otros trastornos de la salud, como el estreñimiento.

Tipos de incontinencia urinaria

  • Incontinencia de urgencia: La pérdida involuntaria de orina viene precedida de una necesidad imperiosa de orinar.
  • Incontinencia de esfuerzo: La pérdida se produce al aumentar la presión intraabdominal (al toser o estornudar, reír, al coger peso…). Es la más común en las mujeres debido a los partos, o durante la menopausia.
  • Incontinencia mixta: Combinación de las dos anteriores.

Tengo incontinencia urinaria, ¿qué puedo hacer?

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Mantener un peso adecuado es importante para prevenir la incontinencia. Toma nota de los consejos de prevención.

Evitar los alimentos que incrementen la necesidad de orinar, como algunas frutas y verduras diuréticas (espárragos, apio, piña, naranjas, limón, manzana…), los alimentos picantes, las bebidas con estimulantes (cafeína, teína, refrescos), las bebidas ácidas o las bebidas alcohólicas.

Los abdominales hipopresivos o el método Kegel ayudan a controlar la incontinencia con el fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico. Ejercicios que conviene realizar a diario, especialmente para recuperar el tono de los músculos después de un parto. Por ejemplo, ejercicios de contracción de los músculos durante unos segundos (hacer un mínimo de 3 veces/día). Ir aumentando el tiempo de la contracción/relajación hasta alcanzar los diez segundos. Se pueden realizar en cualquier postura, aunque la más cómoda es tumbarse.

Ejercicio práctico cuando la pérdida de orina se produce al estornudar, toser o realizar un esfuerzo. En estos casos, contraiga los músculos y trate de mantenerlos contraídos hasta estornudar o toser.

El objetivo del entrenamiento vesical es recuperar el control de la vejiga, bien retrasando la micción o programando las visitas al baño. Un entrenamiento gradual, sin prisas, para tratar la incontinencia urinaria. Lo primero es anotar en un diario la frecuencia de micción, y empezar aguantando la necesidad de orinar 5 minutos, tiempo que iremos ampliando poco a poco. Los expertos consideran que lo habitual es ir al baño cada 4 horas (personas adultas).

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