Ictus: Caminar para prevenirlo. Es la recomendación que se desprende de un estudio realizado por investigadores españoles y que arroja interesantes resultados, corroborando los efectos beneficiosos de la actividad física en la prevención del ictus o derrame cerebral. En concreto, un ejercicio tan sencillo y natural como caminar –a paso ligero al menos tres horas a la semana- puede ejercer un escudo protector para las mujeres. Más de 33.000 personas han participado en un estudio que indaga en la prevención del ictus, la segunda causa de mortalidad en nuestro país y la primera en mujeres, según datos del INE y de la Fundación Española del Corazón.
Prevenir el ictus realizando un ejercicio tan natural como el caminar. Es la conclusión extraída del estudio realizado por investigadores españoles, y que acaba de publicarse en Stroke, y en el que han participado más de 3.000 personas, a las que se realizó un seguimiento durante doce años. El estudio no solo constata que el ejercicio físico moderado es una apuesta por la salud, sino que una actividad tan común como el caminar –a paso ligero durante 210 minutos o 3 horas a la semana– ejerce un efecto protector contra el ictus o derrame cerebral en las mujeres. En concreto, los investigadores comprobaron que las mujeres que cumplían con esta premisa eran menos propensas que aquellas que caminaban menos o llevaban una vida sedentaria. Además, caminar resultó ser más beneficioso que otras actividades físicas, al menos en lo tocante a prevenir los accidentes cerebrovasculares. Así, el estudio constató que las mujeres que caminaban tenían menos riesgos de padecer un ictus que las que optaban por andar en bicicleta o por hacer ejercicio de mayor intensidad y en menos tiempo.
El ejercicio físico es uno de los hábitos saludables esenciales, no solo para mantenernos en forma y cuidar nuestro peso, sino para reducir los riesgos de padecer determinadas enfermedades. Entre ellas, los derrames cerebrales, causados por el bloqueo de las arterias o por una rotura de los vasos sanguíneos del cerebro. El ictus (accidente cerebrovascular, ataque cerebral, apoplejía) es la interrupción del suministro de la sangre a cualquier zona del cerebro. Los síntomas más comunes son dolor de cabeza, alteración del habla, sensación de vértigo, visión doble, y debilidad en uno de los lados del cuerpo.
Tal y como hemos señalado, más de 33.000 mujeres y hombres han participado en este estudio, los cuales respondieron a un cuestionario sobre su actividad física. Los participantes se clasificaron en función del género, tipo de actividad física y tiempo de dedicación a la semana. Durante los siguientes doce años los investigadores siguieron analizando y observando a los participantes, tiempo en el que se registraron 442 accidentes cerebrovasculares. Las mujeres que, de manera regular, caminaban tuvieron hasta un 43% menos de riesgos de padecer este tipo de problemas de salud, con comparación con el grupo que se mostró más sedentario.
Con respecto a los hombres que participaron en el estudio, los investigadores han señalado que no se observó una disminución de los riesgos de padecer un derrame en comparación con las mujeres que practicaban actividad física con la misma regularidad.
Aunque nos preocupamos por nuestra salud, y cada estamos más concienciados y controlamos factores de riesgos como la hipertensión –uno de los que explica que esta enfermedad sea más letal en el caso de las mujeres, ya que somos más vulnerables a padecer hipertensión-, a lo que se suman las constantes campañas contra el hábito de fumar, la Organización Mundial de la Salud no se muestra muy optimista con respecto a las tasas de prevalencia de los ictus. De hecho, prevén que aumenten los diagnósticos a medida que la población siga creciendo.