Hipertensión: El ejercicio físico disminuye un 30% los riesgos. En concreto, una reducción que beneficia especialmente a las personas con antedentes familiares de presión arterial alta. No se trata de confundir la actividad regular con el excesivo ejercicio. Con tan solo dos horas y media de ejercicio a la semana, incluso caminando, se puede ayudar a mantener a raya la hipertensión, un trastorno que en nuestro país, según datos médicos, se estima que afecta a una de cada tres personas. Factores de riesgo como el sedentarismo o el descuidar nuestra alimentación está en nuestras manos subsanarlos y evitarlos.
La práctica de ejercicio, el mantenerse en forma, nos reporta innumerables beneficios, desde una mejora del estado de ánimo hasta ayudar a nuestro organismo a prevenir trastornos de salud. Y entre ellos, la hipertensión. La práctica de actividad física es, como ha constatado el último estudio publicado por la Asociación Cardiaca de Estados Unidos, es una herramienta y una terapia eficaz para reducir los riesgos de hipertensión entre aquellos pacientes que presentan antecedentes familiares de un problema similar en su historial clínico. Una conclusión que viene avalada por el estudio cuyo objetivo era constatar, tal y como han explicado los autores, que el mantenerse en forma reduce los riesgos. Y lo hace, como han apuntado los resultados, hasta en más de un 30%, incluso la práctica moderada, por ejemplo, el caminar dos horas y media a la semana.
La hipertensión arterial puede ser un causa de problemas cardiacos como insuficiencia cardiaca o riesgo de accidente cerebrovascular. Según datos médicos, en nuestro país se estima que una de cada tres personas padece hipertensión arterial, un porcentaje que aumenta con la edad. Pero el sedentarismo y los antecedentes familiares no son los únicos factores que nos hacen más vulnerables. El colesterol, la diabetes o los niveles elevados de ácido úrico, así como la obesidad o el tabaquismo también favorecen la hipertensión arterial. Los médicos y especialistas aconsejan revisar de manera periódica, sobre todo a partir de los 40, la presión arterial.
Estudios anteriores sobre los factores de riesgo de la hipertensión habían arrojado que entre el 35 y el 65% de los diagnósticos tienen detrás antecedentes familiares, cuya incidencia o riesgo depende también del progenitor que la haya desarrollado y la edad de manifestación del trastorno.
En el estudio han participado más de 6.000 personas, a las que se ha seguido de cerca durante más de cuatro. En el momento de iniciarse el estudio, ninguno de los participantes presentaba un cuadro de hipertensión. En torno a los 1.500 participantes desarrollaron hipertensión a lo largo del estudio, si bien se constató que los niveles de aptitud física elevada estaban relacionados con una importane disminución de los riesgos de desarrollar este trastorno de la salud.
Realizar ejercicio de manera regular nos ayudará a mantener un peso saludable y a mantener controlada la presión arterial. Además de practicar ejercicio físico, también hay que cuidar la alimentación, apostando por menos sal en las comidas, mayor consumo de verduras, frutas, legumbras y fibra. Conviene también moderar el consumo de alcohol.
