Hiperhidrosis: Tratamientos contra el sudor. Se puede sudar por diferentes motivos, por un esfuerzo físico o por estrés. De hecho, la angustia, la ansiedad, nos pueden hacer sudar más. La sudoración es un proceso natural del cuerpo para regular la temperatura. Pero en algunos casos, este proceso, por excesivo, puede conllevar molestias y generar incómodas situaciones que puede afectar a la confianza y seguridad de quien la padece. Los problemas de sudor se pueden prevenir y tratar. Hay remedios. Éstos son algunos.
A través de la sudoración nuestro cuerpo regula su temperatura. El sudor es fundamentalmente agua (99%), sales minerales (0,6%) y sustancias orgánicas (0,4%); elimina toxinas y refrigera la piel al superar los treinta grados. Un proceso natural que también puede tener otra cara. El sudor emocional, ante una situación de estrés, es más abundante y más oloroso. Pero es que además el sudor se puede convertir en una patología, la hiperhidrosis, con las incomodidades y molestias que conlleva (manchas de sudor, por ejemplo).
El sudor puede afectar a otras zonas del cuerpo más allá de las axilas (cabeza, frente, manos, pies, espalda). Cabe recordar que tenemos nada más y nada menos que 600 glándulas sudoríparas por centímetro cuadrado en la piel. Su función es la de regular la temperatura –por ejemplo, perdemos agua cuando tenemos calor para refrigerar la piel-. Un pequeño porcentaje de personas suda más de lo habitual, y hay patologías que pueden favorecer la sudoración generalizada (problemas tiroides, por ejemplo). En el caso de las mujeres, hay una etapa en especial, la menopausia, en la que se suda más. Algunos fármacos también pueden favorecer la sudoración.
Tipos de sudoración
Hay diferentes tipos de sudoración. Por un lado, primaria, la cual se produce sin una causa aparente. Generalmente motivada por una excesiva sensibilidad a los estímulos (manos, axilas, pies). Al sudar, podemos ponernos nerviosos, y esto hará que sudemos más. También hay sudoración secundaria, por la menopausia, hipertiroidismo, infecciones como la tuberculosis, algunos tumores, efectos adversos de fármacos, Parkinson, entre otros.
Tratamientos
Los antitranspirantes bloquean los conductos de las glándulas sudoríparas. Suele ser el primer tratamiento recomendado tras diagnosticar la hiperhidrosis. El antitranspirante o antiperspirante se aplica localmente con la zona muy seca. Otro tratamiento es el uso de la toxina butolímica –más conocida por sus aplicaciones para eliminar las arrugas de la piel-, que permite, en líneas generales, bloquear la unión entre el sistema nervioso y la terminación de la glándula sudorípara. Tiene una duración de unos seis meses. En manos y pies puede ser más dolorosa.
El láser es uno de los tratamientos más novedosos y definitivos. Un tratamiento ambulatorio que se realiza en poco más de una hora. Destruye las glándulas sudoríparas mediante calor. Es un tratamiento definitivo, la destrucción es irreversible. Antes de aplicarse se realiza un análisis del paciente y deber ser siempre realizado por especialistas.
Una técnica quirúrgica, la simpactectomía, una intervención para casos severos en los que se destruye al responsable de enviar a los nervios la señal para que sudemos.
Tipos de desodorantes
Sprays, polvos (para los pies, para la zona inferior del pecho). El polvo absorbe más la humedad y contiene sustancias antibacterianas (el sudor por ejemplo aumenta el riesgo de infecciones, hongos). El polvo para la zona corporal. Para las axilas el roll-on. En casos de piel normal, es el mejor. En casos de alergias o problemas de la piel, mejor en crema.
¿No sudar es malo?
Algunas patologías de la piel pueden provocar falta de sudoración. No sudar nada puede ser también un síntoma de deshidratación.