Higiene del sueño: Errores a la hora de dormir

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¿Cuáles son los errores más comunes a la hora de dormir?, ¿cómo influyen en la higiene y calidad del sueño? Dejar la luz del pasillo encendida, dejar el teléfono móvil dentro de la habitación o no tener un horario definido de dormir son algunos de los hábitos erróneos más comunes. Pero hay más aspectos a tener en cuenta, porque incluso las posturas que adoptamos a la hora de dormir pueden revelarnos aspectos ocultos de nuestra salud. Si tardamos más de veinte minutos en dormirnos, nos levantamos más de dos veces por la noche o estamos más cansados de lo normal al despertar, conviene consultar al médico.
 
El sueño es una necesidad para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Sin embargo, no siempre es tan reparador como quisiéramos. De hecho, según datos médicos, se estima que en nuestro país una de cada tres personas tiene problemas de insomnio. ¿Por qué no dormimos bien? Para un óptimo descanso los hábitos de higiene del sueño (acostarse a la misma hora, evitar los ruidos en la habitación, cenar de manera ligera, entre otros) son fundamentales, así como mantener una postura adecuada. La postura correcta es en posición horizontal, para que nuestra columna quede en una posición de neutralidad y no aparezcan tensiones innecesarias.
 

Errores a evitar al dormir

Entre los errores más comunes, y que nos terminan por quitar el sueño, hay que señalar:

  • Dejar la luz del pasillo encendida.
  • Tener un reloj despertador led en la habitación.
  • Dejar el móvil dentro de la habitación.
  • Dormir en un colchón muy duro o muy blando.
  • Poner la alarma del despertador varias veces. Interrumpir el sueño aumenta la fatiga.
  • No tener un horario de descanso.
  • Colocarse boca abajo.
  • No usar almohada o apoyar el hombro en ella. La almohada es para reposar la cabeza y el cuello.

En esta lista también hay que incluir los dispositivos electrónicos, como los ordenadores, tabletas o teléfonos móviles, los cuales pueden reducir hasta un 20% la producción de melatonina, la hormona que regula los ciclos de sueño/vigilia. Esta alteración, tal y como han constatado varios estudios, hace que resulte más difícil conciliar el sueño, por lo que se aconseja prescindir de estos aparatos al menos durante las dos horas previas a acostarse.
 

Posturas al dormir

La forma de dormir es uno de nuestros hábitos más peculiares, y al mismo tiempo, también puede ser la señal de un problema de salud. ¿Qué posturas adoptamos y qué pueden desvelar?

  • Dormir muy incorporada: Esta postura ayuda a tener menos reflujo gástrico y evita los ronquidos (al levantar un poco la región de la cabeza). Esta postura puede desvelar algún problema de apnea del sueño, problemas digestivos o incluso falta de ventilación de la habitación (de ahí que nos incorporemos para respirar mejor).
  • Dormir con un cojín a los pies: Dormir con los pies ligeramente levantados favorece la circulación, sobre todo en caso de problemas de varices o inflamación de las piernas. El síndrome de piernas inquietas también se inicia así, con la necesidad de ponerse varios cojines a los pies.
  • Dormir encogida: El estrés, las preocupaciones nos hacen adoptar esta posición de autodefensa. También puede ser una señal de bruxismo.
  • Dormir con las muñecas flexionadas: Nuestro cuerpo nos alerta de un problema de articulaciones. Es una señal del síndrome del túnel carpiano. Aunque la postura pueda producir un alivio inicial, también produce adormecimiento de las puntas de los dedos.
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