Molestas, inoportunas e, incluso, dolorosas. Conocer las causas y síntomas de las hemorroides nos ayudará a controlarlas y a mejorar los resultados del tratamiento. ¿Por qué aparecen?, ¿la comida picante puede desencadenar las hemorroides?, ¿suelen sangrar?, ¿las cremas tópicas alivian las molestias? Son algunas de las preguntas a las que vamos a tratar de dar respuesta para conseguir que las hemorroides, una dolencia que afecta a la mayoría en algún momento de la vida, no supongan un contratiempo y detenga nuestro ritmo diario.
Las hemorroides aparecen por la inflamación de las venitas de la zona rectal, las cuales se dilatan al aumentar la presión a nivel abdominal, como resultado de la dificultad de la sangre que circula por la zona de regresar hacia el corazón. Hay varios factores que pueden incrementar la presión en el abdomen, tales como los problemas de estreñimiento, la necesidad de hacer un esfuerzo para evacuar, el embarazo o la presencia de una tos crónica. El permanecer mucho tiempo sentado (por ejemplo, pasar demasiadas horas delante del ordenador) o, incluso, el levantar peso de forma mantenida también pueden favorecer el desarrollo de las hemorroides o populares almorranas.
La comida picante, más que un factor desencadenante, lo que sí puede hacer es agravar las molestias. El picante es un irritante de la mucosa, empeora las molestias y agrava la sensación de picor cuando ya existe una hemorroide. Lo que sí predispone a padecer hemorroides es llevar una dieta rica en grasas y pobre en fibra (nuestro organismo, de entrada, será más vulnerable al estreñimiento).
Síntomas hemorroides
El grado en que sobresalen las hemorroides es indicativo de su gravedad. Las más leves son las que no sobresalen a través del esfínter y las que salen durante la defecación pero vuelven a entrar al terminar. En los casos más graves y crónicos, las hemorroides están siempre fuera. Si además de sangrar, hay pérdida de peso o de apetito, así como un mayor estreñimiento, es conveniente consultar al médico para descartar otras patologías.
Si solo sangran pero no aparecen más molestias, puede tratarse de una hemorroide interna que para su diagnóstico requiere de una prueba exploratoria (anuscopia o rectoscopia).
Tratamiento hemorroides
Lavar con agua tibia (evitando usar el papel higiénico), aplicar frío en la zona o beber mucha agua son tres consejos que ayudan a aliviar las molestias de las hemorroides. Aparte de tomar fibra, es aconsejable realizar ejercicio físico a diario.
En algunos casos, las cremas tópicas pueden ayudar, en especial las que contienen algo de cortisona, acompañadas o no de algún anestésico. Si llevan cortisona su uso debe limitarse a una semana. Y los laxantes, ¿ayudan? Los laxantes permiten no tener que hacer fuerza con la evacuación, aunque no conviene abusar de su consumo. Si el dolor no remite con las cremas de corticoides, se puede tomar, de formar pautada, paracetamol o metamizol.
En ocasiones, por la gravedad o molestias que provocan las hemorroides, es necesario recurrir a la cirugía. Las leves, si no mejoran con otras medidas, se eliminan con técnicas de cirugía menor (escleroterapia fotocoagulación o ligadura con banda elástica). En los casos más graves, se puede extraer quirúrgicamente el denominado paquete hemorroideo de la zona que se inflama.