Fika es uno de los saludables rituales del estilo de vida sueco. Mucho más que una pausa del café, el Fika es una invitación a hacer un paréntesis en los quehaceres diarios y, siguiendo el ritual sueco, tomarse una bebida caliente (una taza de café, una infusión) acompañada de un bocado dulce.
Fika es además sinónimo de compartir, por eso esta pausa generalmente se hace en compañía para socializar y disfrutar además de la conversación, generalmente a media mañana y a media tarde. Una pausa en la jornada que ayuda a desconectar y relajarse al estilo sueco, y que constata que gran parte de la felicidad reside en las pequeñas cosas y en los momentos compartidos. El Fika forma parte de la cultura sueca.
La pausa del café
Fika, al igual que el Hygge danés, no tienen una traducción literal, pero sí se pueden interpretar como sendos conceptos de una filosofía de vida basada en disfrutar de las cosas sencillas y que nos resultan acogedoras. El ritual del Fika es una nueva forma de entender, y sobre todo de aprovechar la pausa del café. Una pausa que ayuda a retomar la actividad con más energía y la mente más despejada, lo que se traduce en mejora de la concentración.
Poner en práctica este ritual es tan sencillo como tomar una taza de café, o de té, y acompañarlo con un bollo recién horneado. Aunque cualquier momento es bueno para degustar un bocado dulce, lo más importante no reside en la taza de café, sino en lo que implica reservar esos minutos al día. Se trata de sentarse tranquilamente durante la pausa del café y tomarse un respiro. Una pausa que puedes hacer en el trabajo o en casa, no importa el lugar, solo tomarse un descanso.
Esta es precisamente la recomendación del libro ‘Fika: The Art of the Swedish Coffee Break’ (traducido al español, Fika: el arte de la pausa del café, y en el que su autora, Anna Brones, junto a Johanna Kindvall recopila medio centenar de recetas tradicionales para disfrutar de la pausa del café al más puro estilo sueco.
Una pausa que se convierte en el mejor antídoto contra el estrés y las prisas cotidianas que nos impiden disfrutar de los buenos momentos. Olvídate de tomar el café de cualquier manera y apúntate al fika.