Fiebre: Cómo y cuándo medir la temperatura

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Fiebre: Cómo y cuándo medir la temperatura. La fiebre no es una enfermedad en sí, sino la respuesta de nuestro organismo frente a las infecciones debidas a virus o bacterias. Su aparición, no obstante, genera preocupación y alguna que otra duda, entre ellas, cómo medir la fiebre, como controlarla o que fármacos podemos tomar para mitigarla. Es recomendable tomar, al menos, tres veces la temperatura a lo largo del día, partiendo de que la temperatura corporal normal es de 36,8 grados centígrados.
 
¿Cuándo tomar la temperatura y cómo, es decir, en qué parte del cuerpo? Son algunas de las dudas más frecuentes cuando aparecen las primeras décimas de fiebre. La temperatura se debe tomar varias veces al día (al menos tres): una por la mañana, otra por la tarde entre las 16 y las 18 horas, y una tercera por la noche, antes de acostarse. Respecto a las zonas del cuerpo más adecuadas para medir la temperatura los médicos hablan de cuatro: la axila, el recto, la boca y el oído.
 
Cuando se toma la temperatura en la axila, el termómetro debe permanecer en contacto con la piel al menos tres minutos o hasta que pite (en el caso de los modelos más modernos). Es la forma más común de tomar la temperatura en los adultos ya que aporta unos valores muy precisos. Cuando la temperatura supera los 38 grados centígrados se considera que tenemos fiebre.
 
En el caso de los más pequeños, los bebés, es más aconsejable tomar la temperatura en la zona anorrectal. Para ello, se coloca al niño boca abajo o en el regazo, separando los glúteos e introduciendo el termómetro, el cual se puede lubricar con vaselina, 1,5 ó 2 centímetros. Se deja el termómetro unos 2-3 minutos y se retira. Si supera los 38,5 grados, se considera que hay fiebre.
 
Tomar la temperatura en la boca (oral o bucalsublingual) también aporta valores fiables, aunque algo superiores a los valores axilares. Es recomendable en los niños mayores de 4 años, porque ya pueden sujetar el termómetro sin riesgo de que se caiga. En este caso, el termómetro se coloca debajo de la lengua y, con la boca cerrada, se mantiene hasta que suene la señal acústica o durante 2-3 minutos. Se considera que hay fiebre si supera los 37,8 grados.
 
Por último, se puede tomar la temperatura en el oído, aunque es el método menos fiable por varios motivos. Por un lado, no se puede utilizar en los casos de infecciones de oído, como otitis, y además en el caso de los más pequeños puede dar valores incorrectos, ya que es difícil mantenerlo en una posición adecuada al tener los canales auditivos más pequeños. Sí es una opción a tener en cuenta para medir la temperatura en los niños mientras duermen.
 
Independientemente del método de medición, si la temperatura corporal supera los 38 de forma mantenida se debe consultar al médico, especialmente en el caso de los niños, más sensibles a las variaciones térmicas.
 

Fiebre: Remedios y fármacos

Entre los remedios para aplacar la fiebre en adultos, podemos aplicar gasas, compresas o esponjas empapadas en agua y alcohol, especialmente en la nuca y la frente. El descanso y una adecuada hidratación son esenciales para ayudar a nuestro cuerpo a reponerse.
 
Respecto a los tratamientos farmacológicos, los más comunes son el paracetamol –tratamiento antitérmico-, ibuprofeno –antiinflamatorio- y ácido acetilsalicílico, es decir, aspirina (antitérmica y antiinflamatoria; debe evitarse en adultos con patologías gástricas y en niños).

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