Estrías: Verdades y mentiras de la piel

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La prevención es el arma más eficaz para combatir las antiestéticas estrías. Pero, ¿cuáles son las verdades y mentiras de la piel? Pese a que las estrías son uno de los problemas estéticos más frecuentes, todavía circulan algunos mitos y falsas creencias sobre ellas. Las estrías, vinculadas a la dificultad de la piel para adaptarse a las tensiones y a los cambios de peso corporal, aparecen sobre todo en la zona de las caderas, pecho, muslos y vientre. ¿Todas las mujeres están predispuestas a tener estrías?, ¿aumenta el riesgo durante el embarazo y la lactancia?, ¿pueden aparecer después de seguir una dieta estricta de adelgazamiento? Son algunas de las preguntas a las que vamos a dar respuesta para desvelar lo verdadero y lo falso en torno a las estrías.
 
El color rojizo de la piel anuncia su aparición, tornando a una tonalidad más grisácea con el paso del tiempo. Las estrías, en términos médicos, son las cicatrices resultantes de la lesión del retículo elástico –la membrana de la dermis que dota de elasticidad a la piel-, provocada por variaciones bruscas de peso, el aumento de peso y volumen durante el embarazo –aumento progresivo de la piel, especialmente el pecho y el vientre- o los cambios físicos de la adolescencia –el crecimiento del cuerpo lógicamente también afecta a la piel-. La prevención es el arma más eficaz para mantener a raya la aparición de las estrías. Una prevención que comienza por desvelar las verdades y mentiras de la piel y la aparición de estrías.
 

Estrías: verdadero y falso

  • ¿Todas las mujeres pueden tener estrías? Falso. Las mujeres que tienen la dermis seca son más vulnerables a la aparición de estrías que aquellas que tienen la piel grasa o normal. En el caso de tener la piel seca conviene hidratarla de manera adecuada –sobre todo en las zonas más problemáticas- y, especialmente en etapas de la vida como el embarazo, la adolescencia, la lactancia o en los casos de aumento o pérdida de peso. Para hidratar la piel lo más aconsejable es utilizar crema hidratante cada día y, en momentos específicos, una crema o loción específica. El aceite de almendras dulces o el aceite de rosa mosqueta son dos remedios eficaces.
  • ¿Las estrías de pecho son más frecuentes a partir de los 40? Falso. Las estrías aparecen en esta zona del cuerpo sobre todo en determinados periodos como la adolescencia, al aumentar de volumen la glándula mamaria, lo que se traduce en un esfuerzo para los tejidos de revestimiento de la mama. Las estrías también pueden aparecer en las caderas y glúteos, por el remodelado del cuerpo a partir de la pubertad y por la aparición de tejidos adiposos.
  • Las estrías se pueden prevenir. Verdadero. De hecho, la prevención es la mejor manera de evitar las antiestéticas estrías. Para prevenir las estrías en el pecho, los sujetadores cruzados, dotados de un refuerzo en la base, ayudan a mantener los senos en una posición adecuada, evitando movimientos bruscos –por ejemplo, a la hora de practicar deporte-. El retículo elástico de las mamas es más vulnerable cuando el cuerpo se mueve. Para evitar la aparición en otras zonas –glúteos, caderas, muslos- suele ser suficiente con mantener correctamente hidratada la piel y no seguir dietas estrictas de adelgazamiento.
  • ¿Los baños de agua fría previenen su aparición? Verdadero. Frotar diariamente el pecho con una esponja empapada en agua fría estimula microcirculación cutánea y, por tanto, favorece su tonicidad y elasticidad de los tejidos. Tras el agua fría, conviene aplicar una crema hidratante o aceite de almendras de oliva.
  • ¿Pueden aparecer después de una dieta? Verdadero. Las dietas que provoca la pérdida de muchos kilos suelen ser la primera causa de aparición de estrías. Si a esto le sumamos el tener una piel poco elástica y el efecto yoyó –variaciones bruscas de peso en un periodo de tiempo breve debido a una dieta inadecuada- los riesgos de la aparición de estrías se multiplican.
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