Estrés positivo y negativo: Cómo diferenciarlos

¿Padeces estrés positivo o negativo? Tendemos a pensar en el estrés únicamente como algo negativo, cuando lo cierto es que si se aprende a manejar puede resultar una herramienta útil para afrontar, con mayor determinación, determinadas situaciones o retos. Así, una cierta cantidad de estrés nos puede ayudar a estar alerta, por ejemplo en nuestro trabajo, pero ese grado de estrés no puede sobrepasarse porque estaríamos poniendo en riesgo nuestra salud. ¿En qué se diferencian?

Cuando la respuesta ante un determinado estímulo es negativa, y provoca malestar o angustia, estaríamos ante lo que se denomina distrés o estrés negativo. Si, por el contrario, la respuesta es positiva, y produce bienestar, satisfacción, estaríamos ante el estrés positivo o eustrés.

Estrés negativo

Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que hoy en día casi todo lo que nos rodea (familia, trabajos, circunstancias personales) puede ser fuente de tensión (lo que se denomina estresores) y provocar un estado de inquietud y malestar, llegando en algunos casos a provocar dolencias físicas. Incluso hay situaciones cotidianas que, sin ser necesariamente peligrosas, nos producen estrés, como los atascos o la música demasiado alta.

El estrés negativo, y especialmente cuando persiste en el tiempo, puede provocar cambios químicos en el cuerpo, como activar la secreción de hormonas (adrenalina y catecolaminas), aumentar el ritmo cardíaco y los niveles de presión arterial, provocar dolor de cabeza, pérdida de apetito, entre otros. Si la situación persiste puede entrañar riesgos para la salud, no solo física, sino emocional, porque el estrés nos hace más proclives a la ansiedad, tristeza, irritabilidad y pérdida de concentración.

Estrés positivo

Pero hay otro tipo de estrés, el que puede generar un cambio importante en nuestras vidas, como casarse, encontrar un nuevo empleo o iniciar el viaje soñado. Las buenas noticias también pueden provocar estrés, pero lógicamente nuestra capacidad de adaptación en este caso será positiva.

La respuesta ante el estrés positivo o eustrés tiene sus beneficios, ya que entre otros, supone un estímulo para afrontar el reto o enfrentarnos a una determinada situación. En la dosis adecuada, este tipo de estrés favorece la creatividad, la capacidad de concentración y nos hace sentir más seguros y confiados de poder hacer cualquier cosa. El estrés positivo no repercute en nuestra salud, porque no viene acompañado de la tensión y la angustia del estrés negativo.

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