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¿El estrés condiciona tu vida? La pregunta no es banal, porque el estrés prolongado puede pasar una severa factura a nuestra salud, tanto física como emocional. El estrés avisa, y nuestro cuerpos nos envía señales que nos pueden hacer sospechar de que algo no marcha bien. Vamos a ver, más detenidamente, cuáles son las 7 señales de alerta que no debes subestimar. [/multipage]
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1. Síntomas emocionales
¿Tienes dificultad para concentrarte?, ¿sientes un agobio continuo y el mal humor se ha convertido en tu compañero? Si a esto sumamos el nerviosismo, preocupación excesiva, tensión, sensación de aislamiento o agobio somos candidatos idóneos para caer presas del estrés. [/multipage]
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2. Síntomas físicos
Entre los síntomas físicos que nos alertan de que algo no va bien y de que el estrés está pasando factura a nuestra salud se incluyen la sensación de fatiga, dolor de cabeza, sequedad bucal, tensión muscular, estreñimiento o diarrea, problemas gástricos, vértigo, náuseas y pulso acelerado. [/multipage]
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3. Comer o dormir en exceso o muy poco
El estrés no solo altera el equilibrio de nuestro organismo, sino también nuestros hábitos más cotidianos. Así, por ejemplo, el estrés puede provocar que ciertos hábitos, como comer o dormir, no tengan término medio. La falta de apetito o, por el contrario, tratar de aplacar la ansiedad con comida. En el caso del sueño se pueden dar las dos situaciones: tener dificultades para dormir o dormir en exceso. [/multipage]
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4. Dejadez en la apariencia física
Descuidar la manera de vestir e, incluso, la higiene, también es un síntoma de alerta de que algo no va bien. Esto es debido a que las preocupaciones y el estrés nos bloquean y no nos dejan pensar con claridad. También pueden aparecer otros cambios en los hábitos más perjudiciales para la salud, como el abusar del alcohol o de los tranquilizantes. [/multipage]
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5. Malestar general
El estrés provoca que nuestro organismo aumente la producción de adrenalina y cortisol, las cuales pueden afectar directamente al ritmo cardíaco, al metabolismo y a la presión sanguíneo. Esto hará que notemos un malestar general, tanto físico como emocional. No se trata de algo pasajero, sino que se repite día a día. [/multipage]
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6. Sensación de pánico
El estrés también nos puede llevar a caer en el pánico o en miedos incontrolables y a cosas o situaciones a las que antes nos hubiéramos enfrentado sin mayores problemas. El estrés, como hemos señalado antes, tiene la capacidad de bloquear nuestro pensamiento. [/multipage]
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7. Pesimismo
Las personas sometidas a mucho estrés, o durante un tiempo muy prolongado, son más propensas a caer en el pesimismo. Y es que los síntomas del estrés, desde la fatiga al malestar general y pasando por los cambios de humor, no dejan hueco al optimismo. Algunas personas, de hecho, pueden llegar a recordar un evento traumático en el pasado, lo que les hace sentirse aún más pesimistas. [/multipage]