Todas las personas en algún momento de nuestras vidas nos hemos sentido desdichadas. Pero realmente, si los comparamos con la inmensidad de veces que sentimos la felicidad, los momentos de infelicidad son un pequeño porcentaje en nuestra existencia. Sin embargo, en algunas etapas de nuestras vidas, unas veces cortas y otras prologadas, algunas personas podemos llegar a sentir que no encontramos lo que buscamos, que nada nos satisface o que no podemos reír como antes.
En muchas ocasiones, este sentimiento que solemos reconocer como infelicidad es debido a situaciones específicas de dolor emocional. Otras veces, la falta de autoconocimiento y autoestima no nos dejan conocer las propias razones por las que nos sentimos abatidas, de manera que nuestros hábitos y pensamientos nos inducen a continuar en un estado de depresión que pareciera interminable. Numerosos estudios reconocen que los estados de infelicidad prolongados pueden afectar nuestra salud. También es sabido que, ante procesos de enfermedades graves, el estado mental del paciente es fundamental para su recuperación.
Si te sientes así, respira, todo tiene solución. El primer paso para tu curación es reconocer qué es lo que tu mente y tu cuerpo hacen para continuar en ese estado de infelicidad. Te presentamos 10 hábitos que confirman cuándo las personas se sienten infelices:
1. Pensar que la felicidad está en el exterior. Es importante aprender a dejar de depender de lo que otros digan o sientan y de lo que los demás te pueden ofrecer y permitirnos llevar las riendas de nuestra vida. La felicidad no se halla en el exterior, sino en el interior de cada persona.
2. Creer que obtener cosas materiales ayudará a lograr la felicidad. Cuando tu vida se rige en función de lo que obtienes materialmente, dedicas todo tu tiempo a esa meta, olvidándote a ti misma y de los que están alrededor. Dedicar tiempo a disfrutar con tu familia, tu pareja, tus amigos y prestarle atención a lo que te gusta, ayuda a sentirse más feliz que dedicar tu tiempo únicamente a obtener objetos materiales.
3. No perdonar. Las personas que no perdonan son mucho más infelices que las que sí lo hacen. Perdonar no significa permitir que los demás nos hagan daño, sino compadecerse de las personas que lo hacen y encontrar la paz en nuestro interior.
4. Criticar todo el tiempo a los demás. Las personas infelices tienden a juzgar demasiado a las demás personas. Les cuesta encontrar las cualidades positivas de los demás y se centran en las negativas.
5. Dejarse llevar por el miedo. Tener miedo es un instinto natural del ser humano que nos permite ser cautelosos, prudentes y conscientes de lo que hacemos. De hecho, Dan Gilbert, el autor del famoso libro “Tropezando con la felicidad”, asegura que el que nos encontremos un poco atados a nuestros miedos y ambiciones nos ayuda a concretar nuestra felicidad. El problema se desata cuando el miedo nos invade y no deja que continuemos. Muchas personas sienten miedo al futuro y no se embarcan en proyectos que les podría hacer felices porque, al sopesar los pros y contras, el miedo es el factor prioritario.
6. Huir de las emociones. Generalmente, las personas infelices tienden a huir de las emociones negativas que sienten, por lo que no enfrentan los problemas de frente, sino que se escapan de ellos. Lo ideal es reconocer los problemas para buscar las soluciones viables que puedan funcionar.
7. Controlar demasiado todo lo que está a su alrededor. Las personas demasiado controladoras tienden a ser más infelices, pues cuando algo no sale como ellas esperan, se desmoronan. Uno de los mejores hábitos de la felicidad es aprender a aceptar el cambio y tomarlo siempre como una oportunidad de aprendizaje.
8. Victimizarse. Cuando nuestra mente nos dice cosas tipo “¡por qué yo!” o “esto sólo me pasa a mi”, debemos estar alerta. Las personas depresivas tienden a victimizarse por todo, lo que se convierte en una queja constante de sus vidas, de manera que dejan de valorar todos los aspectos positivos de las mismas.
9. No cultivar el placer. Un indicio de depresión es la falta de entusiasmo. Buscar aquello que nos proporciona placer y disfrutarlo es un signo de felicidad. Así que, ya sabes, ¡disfruta al máximo!
10. Esperar a ver pasar la vida. Aunque suene poético, verdaderamente este es un mal hábito. La vida pasa, sí, pero nosotras somos parte fundamental de la misma, y por eso, debemos hacernos protagonistas de nuestras vidas.
Si te sientes identificada con estos malos hábitos, puedes empezar por intentar cambiarlos. Para ello, no olvides que muchas personas pasan por estas situaciones y consiguen superarlo, y que no tienes por qué hacerlo sola. Apóyate en tu familia y amigos y busca un profesional si lo crees necesario.
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