Epilepsia: Creencias erróneas que rodean a la enfermedad. Se estima que, aproximadamente, 400.000 personas padecen en nuestro país episodios de epilepsia, una patología que, por falta de visibilidad, sigue estando rodeada de falsas creencias, tanto en sus síntomas, tratamiento o en cómo actuar ante una crisis. Así, por ejemplo, la mayoría de la población desconoce que la epilepsia no solo se puede tratar, sino controlar de manera eficaz –tratamiento farmacológico o cirugía- o que, ante una crisis, es un error inmovilizar a quien padece el ataque. Y, en el caso de niños y adolescentes, los videojuegos no son el problema.
¿Un único ataque nos hace epilépticos? Es una de las preguntas más comunes y cuya respuesta correcta ayudará no solo a conocer mejor la enfermedad, sino a erradicar y desmontar los errores y falsas creencias que todavía rodean a esta patología. De hecho, se estima que en torno al 5% de la población puede padecer una crisis a lo largo de su vida, lo que no significa necesariamente que sea epiléptico. Para aportar respuestas, el Libro Blanco de la Epilepsia, del grupo de expertos de la Sociedad Española de Neurología –SEN- y la Fundación Ciencias de la Salud.
Los avances en tratamientos han permitido alcanzar tasas importantes de éxito, como es el hecho de que siete de cada diez pacientes conviven sin problemas con su enfermedad, es decir, está controlada y pueden llevar una vida normal, tanto a nivel familiar como laboral. Una realidad que, pese a todo, no es del todo conocida, siendo precisamente aquí donde encontramos otra de las falsas creencias, el considerar que la epilepsia incapacita para realizar actividades laborales y cotidianas.
La falta de información explica las falsas creencias y los estigmas en torno a la epilepsia. Una mayor información y conocimiento se traduce, sobre todo, en una mejor aceptación y en un mejor control de la enfermedad. Así, por ejemplo, ¿sabemos cómo actuar ante una crisis epiléptica? Comúnmente se pensaba que había que evitar que la persona se mordiera la lengua. Un error, al igual que el de sujetarla para inmovilizarla. En este caso, para actuar con eficacia, debemos saber cómo amortiguar la cabeza, colocar de lado a la persona –evitar ponerla boca abajo- y aflojar la ropa (cuello). Crisis que se pueden prevenir y controlar con un tratamiento farmacológico adecuado y, en algunos casos, desaparecen por la propia evolución de la enfermedad.
Epilepsia y videojuegos
¿Provocan los videojuegos ataques de epilepsia? La creencia, aunque errónea, circula, si bien éstos solo representan un riesgo en los casos de la denominada epilepsia fotosensible, la cual supone aproximadamente el 10% del total de los casos diagnosticados, según datos de la Sociedad Española de Neurología. Los videojuegos, por tanto, no son los responsables directos, pero sí pueden serlo de una manera indirecta, restando horas al sueño y al descanso, lo que sí es un riesgo para las personas epilépticas –dormir poco o dormir mal-. En otras palabras, en los casos sobre todo de los niños y adolescentes, lo que hay que controlar es el tiempo que pasan delante de la pantalla (videojuegos, televisión, ordenador) y evitar que permanezcan demasiadas horas, no solo porque resta horas de descanso, sino que también fomenta otro problema de salud, el sedentarismo.