Enfermedades respiratorias: ¿De cuáles protegerte con el frío?

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Enfermedades respiratorias: ¿De cuáles protegerte con el frío? Las enfermedades respiratorias constituyen, según datos médicos, tres de cada diez consultas en Atención Primaria y se estima que afectan aproximadamente al 20% de la población. Datos que constatan su prevalencia y, sobre todo, la importancia de conocerlas para saber de cuáles nos debemos proteger más, sobre todo cuando caen las temperaturas. Patologías que van desde un leve resfriado a otras que pueden ser más severas, como el asma o la EPOC.
 
Con la caída del termómetro y la llegada del frío también estamos más expuestos a padecer determinadas molestias o enfermedades respiratorias. Las personas mayores y los niños menores de tres años forman parte del principal grupo de riesgo de padecer una patología respiratoria durante los meses de frío. Algunas más leves o más comunes, como los resfriados, las gripes, la sinusitis, catarros u otitis, pero también hay otras que, si no se diagnostican y tratan correctamente, pueden ser más severas para nuestra salud. Según datos extraídos del Instituto Nacional de Estadística, INE, y expuestos en la reciente edición de la Universidad del Aire, encuentro médico- científico organizado por Novartis, las enfermedades respiratorias constituyen la tercera causa de mortalidad en nuestro país. Patologías que afectan aproximadamente al 20% de la población.
 
¿Cómo influye el frío? Tal y como explican los médicos, con el frío disminuyen las defensas y esto provoca que nuestras mucosas no funcionen de la misma manera. Además, el frío también puede empeorar los síntomas de algunas patologías.
 
Entre estas enfermedades respiratorias, la bronquitis, neumonía, el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la fibrosis quística. Solo la EPOC afecta a más del 10% de la población mayor de 40 años. Una patología cuyo diagnóstico es esencial para mejorar la calidad de vida del paciente y para reducir los procesos de agudización.
 
Por su parte, el asma, tiene una mayor prevalencia, entre el 5 y el 15% de la población, con la particularidad de que también afecta a niños y jóvenes (asma infantil). El asma es un proceso provocado por la inflamación de los bronquios y la obstrucción del flujo del aire, siendo la tos, la presión torácica, la disnea y las sibilancias sus principales síntomas.
 
En el caso de los adultos, hay que señalar que uno de los factores de riesgo del asma es el hábito de fumar. Así, tal y como subrayan los especialistas, el tabaco dificulta el abordaje de la enfermedad, ya que a la inflamación propia de esta patología se le suman las lesiones provocadas por el tabaco. El resultado, una menor eficacia de los tratamientos para combatir y mitigar los síntomas en los pacientes asmáticos.
 

Fibrosis quística

La fibrosis quística es una patología crónica y hereditaria. Se estima, según datos médicos, que afecta a uno entre 2.000-4.000 nacimientos. La fibrosis quística afecta a las zonas corporales que se encargan de producir las secreciones, provocando una obstrucción de los canales. Esto puede provocar, entre otras consecuencias, la infección o inflamación de zonas del pulmón y de otros órganos, como hígado, sistema reproductor o el páncreas. Las infecciones respiratorias sucesivas pueden provocar insuficiencia respiratoria. Los avances en los tratamientos de esta patología han permitido aumentar las cifras de supervivencia por encima de los cuarenta años, frente a los cinco de hace unas décadas.
 

Consejos preventivos

Evitar los cambios bruscos de temperatura, una adecuada higiene de las manos, evitar los espacios poco ventilados o el contacto directo con personas enfermas son algunos de los consejos para prevenir las enfermedades respiratorias. Tampoco debemos automedicarnos, ya que todos los fármacos tienen efectos secundarios, por lo que debe ser el médico el que prescriba el tratamiento a seguir, tanto en el caso de un resfriado como de otra patología más severa.

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