Para evitar las infecciones de transmisión sexual es importante prestar especial atención a los posibles síntomas, ya que un diagnóstico precoz, al igual que en la mayoría de los problemas de salud, facilita su curación. No obstante, hay que tener en cuenta que algunas de estas enfermedades son asintomáticas, es decir, no presentan síntomas evidentes y cursan de manera silenciosa, por lo que es importante no saltarse los controles ginecológicos periódicos. De igual manera, si sospechamos que podemos padecer alguna infección de transmisión sexual hay que consultar con el médico. Vamos a ver más detenidamente cuáles son las señales que no debemos subestimar, empezando por el flujo anómalo. Así, como primera evidencia, si el flujo es blanco y con grumos, puede ser indicativo de una infección por hongos (cándida); si es de color verde y tiene un olor ligeramente desagradable, puede ser una infección por triconomas; y si es blanco o gris y huele a pescado la infección puede deberse a una bacteria denominada gardnerella.
Virus del Papiloma Humano
El virus del Papiloma Humano (VPH) puede cursar con la aparición de verrugas o condilomas en el área genital, pero en la mayoría de los casos es asintomático. Para detectar su presencia la prueba más eficaz es la citología.
Clamidias
Las clamidias, una de las infecciones más frecuentes, puede venir acompañada de algunos síntomas característicos, como sangrado anormal entre reglas, secreción espesa a través de la vagina, dolor y escozor al orinar y sangrado durante las relaciones íntimas de pareja.
Tricomoniasis
Los síntomas más comunes de la tricomoniasis, en el caso de las mujeres, son sensación de picor, enrojecimiento, ardor o dolor en la zona genital, escozor al orinar También puede aparecer una secreción de color blanco o amarillento con un olor inusual.
Sífilis
Las llagas, aunque no duelen, pueden aparecer tanto en la zona genital como en la boca o la piel. En el caso de infección por sífilis, también es frecuente que se produzca una inflamación de los ganglios próximos a la zona donde aparecen las llagas, de consistencia dura.
Herpes genital
El herpes genital suele desarrollarse en la zona de contacto, es decir, en el área genital, zona anal, glúteos, y se manifiesta en forma de ampollas o llagas. En principio, se trata de pequeñas protuberancias de color rojizo, y que más tarde dan lugar a las ampollas que tienden a picar y a dolor.
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