¿Qué es la drunkorexia? Detrás de esta nombre se oculta una peligrosa combinación de dos trastornos que pueden poner en serio riesgo la salud: la anorexia y el alcoholismo. La drunkorexia, también denominada ebriorexia, es un desorden alimentario grave en el que se sustituyen las calorías de la comida por las del alcohol. O dicho de otra manera, quienes lo padecen, optan por no comer, o por hacerlo en pequeñas cantidades, para poder seguir bebiendo, ya que se suma la obsesión por no engordar.
Un gramo de alcohol se traduce en unas 7 kilocalorías, si bien, sustituir las calorías diarias por las que nos reportan la bebidas alcohólicas (una lata de cerveza, 110 calorías; o una copa de vino, 80) es un error con consecuencias para nuestro organismo y, en especial, tal y como alertan los especialistas, entre los más jóvenes y las mujeres. Y es que, en el caso de la mujer, los efectos negativos pueden ser mayores, afectando sobre todo al hígado y al corazón, incluso tomando menos cantidad y durante un periodo más corto de tiempo. El consumo de alcohol, y una alimentación deficiente en nutrientes, también provoca daños cognitivos. Además del abuso de alcohol, la drunkorexia se combina con otras conductas como el darse atracones de comida y luego provocarse el vómito.
Hay que señalar que los trastornos de la alimentación son mucho más peligrosos si se padece una enfermedad crónica como la diabetes.
Causas
Los expertos apuntan a dos causas fundamentales que están detrás de la drunkorexia. Por un lado, la obsesión impuesta por la imagen y por estar lo más delgado posible y, por otro, la aceptación social del consumo de alcohol. Sin embargo, el abuso de alcohol, sobre todo entre los más jóvenes, puede ser un cóctel muy peligroso cuando se acompañan de otras conductas o adicciones dañinas, ya que con frecuencia el consumo de alcohol va acompañado de otras sustancias.
Efectos
Hay una serie de señales, además del consumo elevado de alcohol, que nos pueden alertar de que una persona padece drunkorexia, como una pérdida de peso importante, acompañada de deterioro físico (hinchazón de la cara, pérdida de color de la piel, problemas dentales, caída del cabello, problemas gastrointestinales), mayor irritabilidad, conductas de aislamiento social, dificultades de concentración o desmayos. Síntomas físicos y psicológicos provocados tanto por la mala alimentación como por el abuso de alcohol.
En cuanto al tratamiento de la drunkorexia, por un lado hay que tratar la adicción al alcohol y, por otro, corregir los malos hábitos de alimentación y adoptar un equilibrio nutricional, por lo que el paciente requerirá la atención de terapeutas y nutricionistas.
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