Dolor durante la regla: cuándo preocuparse

dolor durante la regla
El dolor durante la regla, aunque en la mayoría de las ocasiones es normal, también puede alertarnos de otros problemas ginecológicos. Pero, atendiendo a los síntomas, ¿cuándo preocuparse? Vamos a tratar de resolver algunas dudas sobre el característico dolor que acompaña, en mayor o menor medida, a la menstruación y que todas las mujeres, en algún momento, han padecido.
 
El dolor durante la regla no solo se reconoce por una molestia en la zona del bajo vientre, sino porque también suele venir acompañado de dolor de cabeza, malestar en los riñones y, en ocasiones, un estado de ansiedad o leve depresión. Todo ello coincide con el ciclo menstrual. Precisamente por esto, es decir, porque los asociamos directamente con la menstruación, en ocasiones no les prestamos toda la atención y subestimamos algunas señales. Además, el hecho de que los dolores durante la regla sean pasajeros, no quiere decir que deban soportarse sin un correcto tratamiento. Lo más aconsejable, ante cualquier duda y si los dolores son algo más que leves, con la aparición de calambres incluso, es consultar al ginecólogo para un chequeo.
 

El dolor durante la regla, en términos médicos, se denomina dismenorrea. Cuando los dolores acompañan simplemente al ciclo se considera dismenorrea primaria, siendo más común en las edades más jóvenes y durante los primeros ciclos menstruales. Con la edad, o con la llegada del primer embarazo, los síntomas tienden a desaparecer. La dismenorrea secundaria, por su parte, se produce más en la edad adulta y después de un embarazo. En este caso, el examen ginecológico se convierte en una obligación para excluir otro tipo de problemas de salud.
 

Dolor menstrual: síntomas que alertan

¿Cuándo preocuparse por el dolor menstrual? Este dolor, simplemente, puede corresponder a la propia naturaleza del ciclo o por la alteración de las hormonas, pero también puede desvelar un problema de ovarios o de útero. El dolor pélvico cíclico que, según datos médicos, puede afectar hasta un 50% de las mujeres en edad fértil, resulta para un 15% incapacitante, afectando a su vida cotidiana. Las causas más frecuentes son síndrome premenstrual –puede manifestarse entre 7 y diez días antes de la regla-, la dismenorrea primera –aparece en los primeros días de la regla- y secundaria, siendo ésta la que, en algunos casos, puede plantear problemas.
 
El dolor menstrual puede alertarnos del síndrome de ovario poliquístico o puede ocultar una endometriosis inicial, la cual conviene diagnosticar y tratar ya que puede ser causa de infertilidad. Otros problemas ginecológicos que conviene descartar ante el dolor menstrual son la presencia de quistes ováricos, fibromas uterinos o incluso un tumor de ovario. Los ciclos más espaciados, las reglas ligeras o irregulares, también pueden indicar ovarios poliquísticos.
 
Precisamente, los intensos dolores menstruales –junto con reglas más abundantes y sangrado entre ellas- son uno de los síntomas más comunes de los miomas, tumores benignos.
 

Dolor menstrual: tratamientos

Los tratamientos para combatir el dolor menstrual son tan variados como las causas que los provoca. En los casos más graves, lógicamente se puede requerir cirugía, pero también pueden ser efectivas las diferentes terapias farmacológicas actualmente disponibles. Así, por ejemplo, los síntomas del síndrome de ovario poliquístico mejoran con la administración de fármacos que permiten regular los niveles hormonales alterados. La dismenorrea directamente relacionada con el ciclo menstrual se puede tratar con terapia hormonal o con la píldora anticonceptiva. Los analgésicos también son efectivos e, incluso, los remedios naturales. Entre ellos, se encuentra la oligoterapia, el tratamiento a base de sales minerales, o los suplementos de magnesio en caso de síndrome premenstrual.
 
Entre los remedios naturales, las hierbas, como la angélica que resuelve el retraso y el dolor de la menstruación. Las propiedades antiespasmódicas de la angélica la convierten en una aliada frente a los espasmos uterinos que muchas mujeres sufren al inicio del periodo. Aquí no acaban sus virtudes ginecológicas, ya que estimula la aparición de la regla. Tómala en infusión (una cucharada por vaso).

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