Dolor de espalda: Cómo puedes cuidarla. Se estima, según datos médicos, que la mitad de la población padece o ha padecido dolor de espalda, señal que nos alerta de que algo no va bien y, sobre todo, de que hemos descuidado su salud. Aunque muchas veces nos olvidemos de ella, la espalda cumple un papel esencial, entre otros sostener el cuerpo y proteger la médula espinal. Cuidarla está en nuestra mano, ya que en la mayoría de los casos los dolores o problemas de espalda están relacionados con hábitos como el mantener una postura incorrecta o no practicar ejercicio.
Mantener la espalda doblada frente al ordenador, sentarse con las piernas cruzadas o no hacer ejercicio físico son algunos de los motivos que están detrás de los dolores de espalda, una de las dolencias más comunes y que, se estima, afecta a la mitad de la población. Además de las posturas que adoptemos a la hora de realizar actividades cotidianas –desde conducir, ver televisión o coger peso-, en la salud de nuestra espalda también influye el estrés y los trastornos depresivos, los cuales generan tensiones musculares que, a largo plazo, pueden desencadenar lesiones difíciles de diagnosticar (cefaleas, bruxismo, dolor de cervicales).
¿Qué podemos hacer por nuestra espalda? Mucho. Desde vigilar como realizamos las actividades más comunes a cuidar nuestra alimentación. Aunque comúnmente se piensa que un dolor de espalda requiere reposo, no siempre es así. De hecho, en la mayoría de los casos conviene moverse, adaptando la práctica deportiva a nuestras necesidades. Se trata de ayudar a fortalecer la musculatura y facilitar el estiramiento. Para saber cuál es la actividad física que más te conviene, hay que consultar al médico, ya que por ejemplo, aunque la natación es uno de los deportes más completos, no siempre es recomendable porque algunos estilos pueden hacer que una lesión empeore.
Espalda y dieta
La alimentación, como en todos los aspectos de la salud, también puede ayudarnos a cuidar nuestra espalda. De hecho, como señalan los especialistas, una dieta desequilibrada puede causar problemas digestivos y, al tiempo, repercutir en la espalda. Los dolores estomacales inciden directamente en la zona media dorsal y los dolores crónicos en las lumbares.
La dieta mediterránea es la más aconsejada para cuidar nuestra salud y nuestra espalda. Una dieta sana, variada y equilibrada, con el aporte necesario de hidratos de carbono, proteínas, frutas y verduras. Y al igual que lo comemos, también es importante lo que bebemos. Una inadecuada hidratación puede causar dolores musculares y esqueléticos, por ejemplo con la aparición de calambres. Es aconsejable beber entre 1,5 y dos litros de líquidos al día, y en el caso de practicar deporte, aumentar esa ingesta.
Cinesiterapia
Por último, vamos a detenernos en una de las técnicas más eficaces para tratar y paliar los dolores de espalda. El objetivo de la cinesiterapia es tratar los problemas musculares y articulares a través de la práctica de ejercicios, algunos basados en el método Pilates. Ejercicios que deben realizarse siempre bajo la supervisión del fisioterapeuta. Ayuda a mejorar el movimiento de las articulaciones, mejorar el estado del tejido muscular o recuperar un tendón lesionado.