Algunos de los gestos más cotidianos, y repetitivos, como el uso prolongado del ordenador o quedarse dormido en una posición incómoda, están detrás del dolor de cervicales, una molestia que, con unos sencillos cuidados y unas medidas básicas de prevención, podemos no solo evitar sino mitigar. Síntomas como la rigidez o el dolor en la zona cervical –extendiéndose en algunos casos a otras zonas del cuerpo como los brazos- son señales inequívocas de un problema cervical. El estrés, la ansiedad o el exceso de preocupaciones también pueden incrementar la tensión muscular y, con ello, agudizar el problema de las cervicales.
Las posturas inadecuadas y el sobreesfuerzo, sin olvidar el estrés y las preocupaciones, suelen ser los principales causantes de las lesiones y dolores en la musculatura cervical. Todos, en algún momento de la vida, hemos padecido algún tipo de dolor de cervicales, ya que de hecho es uno de los motivos más frecuentes de consulta médica. Los masajes o automasaje en la zona dolorida pueden aliviar las molestias y relajar las cervicales. A esto hay que sumar unas sencillas medidas preventivas que está en nuestra mano adoptar. Generalmente, el dolor de cervicales remite en unos días con el tratamiento adecuado. Sin embargo, si los síntomas persisten, incluso se agudizan, conviene hacer un examen más en profundidad para determinar si el dolor de cervicales esconde algún otro problema de salud (hernia discal, artrosis, osteoporosis…).
Medidas preventivas
En primer lugar, es aconsejable identificar las actividades cotidianas que nos tensan las cervicales. A partir de ahí, estos son algunos de los consejos prácticos para evitar y, si aparece el dolor muscular, combatir el dolor y las molestias. Estamos ante una molestia que, aunque común, hay que prestarle la debida atención, ya que de lo contrario nos exponemos a que el problema se vuelva crónico.
- Hacer pequeñas pausas cada treinta minutos al realizar tareas repetitivas, como pasar mucho tiempo delante del ordenador, coser…
- A la hora de hacer la compra, empuja el carro cuando esté muy lleno hacia adelante, para tensar menos las cervicales.
- Al mirar la televisión, procura que la espalda quede recte y la cabeza tenga un apoyo.
- Para dormir la elección de la almohada no es trivial. Procura que la almohada elegida sea de unos veinte centímetros para que la columna quede recte. Es mejor dormir de lado.
- Para aliviar el dolor muscular aplica frío durante las primeras 24 horas para reducir la inflamación y a continuación, calor, para mejorar la contractura.
- El automasaje a primera y última hora del día es un buen complemento para ayudar a relajar la zona dolorida o lesionada. Masajea la zona presionando suavemente los dedos de ambas manos (salvo el pulgar) a ambos lados del cuello mediante movimientos circulatorios. Continúa hacia abajo hasta llegar a la base de la columna. Repite el recorrido pellizcando con el pulgar y el índice.
- Realizar ejercicio físico ayuda a fortalecer los músculos cervicales, eso sí, cuando aparece una lesión o una molestia, conviene parar y retomar la actividad cuando hayamos mejorado.