Día Mundial contra el Cáncer: Detectarlo a tiempo salva vidas. Se puede ganar la batalla al cáncer y, como subraya la Asociación Española contra el Cáncer, el 40% de los tumores se pueden prevenir. La detección precoz es una herramienta esencial para plantarle cara, con mayor eficacia y éxito en el tratamiento, a una enfermedad que, a lo largo de su vida, afectará a uno de cada tres hombres y a una de cada cuatro mujeres. Hoy, Día Mundial contra el Cáncer, el mensaje es positivo, porque detectarlo a tiempo puede ayudar a salvar vidas.
Concienciar sobre la importancia de la prevención como herramienta esencial para plantar cara y ganar la batalla al cáncer, una de las enfermedades cuyo diagnóstico sigue generando mucho respeto y temor. Pero la batalla se puede ganar. La prevención tiene un doble objetivo, reducir la incidencia y disminuir la mortalidad. Según datos médicos, más del 75% de los tumores se pueden atribuir a factores que está en nuestras manos prevenir, adoptando unos hábitos más saludables. Y es que llevar una vida saludable es una premisa fundamental para proteger nuestra salud y evitar la aparición de enfermedades, entre ellos el cáncer, cuya incidencia se cifra en 200.000 casos nuevos cada año. En nuestro país, un millón y medio de personas padece cáncer. La Organización Mundial de la Salud, OMS, estima que entre el 30-40% de los cánceres o tumores malignos se podrían evitar siguiendo unos hábitos saludables.
Y en este capítulo, no hay que olvidar el destacado papel de la dieta, tanto en la prevención como en el propio tratamiento del cáncer. La alimentación es una de las piezas clave para preservar nuestra salud. No en vano, la OMS estima que seguir una dieta sana y equilibrada, acompañada de hábitos saludables como la práctica de ejercicio físico, dejar el hábito del tabaco y evitar el consumo de alcohol, pueden reducir hasta un 30% las probabilidades de padecer un cáncer.
De igual manera, tal y como hemos señalado, la alimentación también juega un destacado papel tras el diagnóstico del cáncer, es decir, dentro del abordaje de la enfermedad, ya que durante el proceso de tratamiento se pueden producir trastornos asociados como la pérdida de apetito, la astenia o fatiga, dificultades para tragar, náuseas o vómitos. Trastornos que pueden derivar en problemas de nutrición y, de ahí, la importancia de cuidar la dieta.
Y la batalla al cáncer, lógicamente, también se puede ganar gracias a los importantes avances médicos y científicos que en los últimos años han permitido mejorar las posibilidades de curación y los tiempos medios de supervivencia. De hecho, la supervivencia a los cinco años del diagnóstico del cáncer se ha incrementado en más de veinte puntos (del 45 al 65%) en las últimas décadas.
Una enfermedad de la que también se van desterrando mitos o creencias erróneas, entre ellas, y quizá la más importante, que el cáncer ya no es sinónimo de final, sino del principio de una batalla que hay que ganar y en la que, además del tratamiento médico, hay otros aspectos de las terapias que cada vez ganan más importancia en el abordaje integral de la enfermedad. Hablamos de los cuidados físicos y psicológicos para afrontar la enfermedad. Cuidar el aspecto físico ayuda a combatir los efectos físicos característicos del tratamiento (pérdida de cejas, pestañas, problemas en la piel) y a mejorar la autoestima y confianza en uno mismo, tal y como subrayan desde la MD Anderson Center o la Fundación Stanpa, impulsores de talleres de imagen corporal y, en el segundo caso, del programa implantado en nuestro país denominado Ponte Guapa, te sentirás mejor.