Día Mundial Cáncer de Ovarios: Conocer los síntomas, mejorar el diagnóstico. Es el mensaje que se quiere hacer llegar en esta jornada, subrayando la importancia del diagnóstico precoz del que, según datos médicos, es el cuarto tumor más frecuente en la mujer. Cada año se diagnostican aproximadamente 3.000 casos de cáncer de ovario, un tumor cuyos síntomas iniciales pueden pasar inadvertidos. Dar mayor visibilidad a esta enfermedad permitirá disponer de más información, una herramienta esencial en la lucha contra el cáncer.
Cada año, según datos de la Asociación de Afectados de Cáncer de Ovario, se diagnostican cerca de 3.000 diagnósticos del que está considerado como el cuarto tipo de tumor más frecuente entre las mujeres, por detrás del cáncer de mama, cáncer colorrectal y cáncer de endometrio. El diagnóstico precoz, al igual que en cualquier tipo de cáncer, es fundamental para planta cara con mayor eficacia y garantías de éxito a uno de los tumores que tiene una cara oculta. Y es que estamos ante un tipo de cáncer que se diagnostica, en el 80% de los casos, en fases avanzadas. El motivo no es otro que la dificultad para reconocer sus síntomas iniciales, los cuales nos pueden pasar inadvertidos en un primer momento o achacarlos a otro problema diferente.
Precisamente, romper esa barrera y hacer visibles las caras del cáncer de ovario, conocer cuáles son sus síntomas más frecuentes o las señales que nos pueden alertar de que algo no va bien, es el objetivo del día mundial que hoy se celebra. Síntomas como padecer, durante más de dos semanas, hinchazón abdominal, dolor pélvico, sensación de plenitud, pérdida de apetito, cansancio inusual, estreñimiento o diarrea, y una necesidad constante de orinar. A estos se pueden sumar la pérdida o ganancia de peso sin causa aparente o pérdidas de sangre anómalas. En estos casos, conviene consultar al ginecólogo para descartar que pueda tratarse de una primera señal. En más del 80% de casos en los que el cáncer de ovario se detecta en sus fases iniciales, tal y como recuerdan los especialistas, la supervivencia supera los cinco años.
El factor genético también juega un papel importante. Así, tal y como subrayan desde el Grupo Español de Investigaciones en Cáncer de Ovario, uno de cada 10 casos responde a factores hereditarios –de madres a hijas-, por lo que es importante incidir en este aspecto para mejorar el diagnóstico.
¿Se puede prevenir? Llevar un estilo de vida saludable ayuda a prevenir el cáncer de ovario. En concreto, adoptar hábitos saludables como llevar una dieta rica en verduras –a la que sumar aceite de oliva, pescado, frutos secos y legumbres-, realizar ejercicio físico, evitar el tabaco y las bebidas alcohólicas.
Respecto a los tratamientos, la investigación sigue dando pasos importantes. Una de las últimas líneas de investigación abiertas trabaja con nuevas moléculas para mejorar el pronóstico, tal y como apuntan desde el servicio de Oncología Anderson Cancer Center de Madrid. Tratamiento en el que no podemos olvidar el aspecto emocional, el ayudar a la paciente a similar el diagnóstico del cáncer y, sobre todo, a afrontar el proceso de tratamiento con una actitud lo más positiva posible.