Día de la Nutrición: Comer bien para envejecer con salud. Somos lo que comemos. De ahí la importancia de cuidar nuestra alimentación, la cual puede ser nuestro mejor aliado, pero también nuestro enemigo si no le prestamos la debida atención. Un dato a tener en cuenta. Una dieta saludable –variada y equilibrada-, acompañada de la práctica de ejercicio físico y el control de nuestro peso ideal pueden ayudar a prevenir hasta un 30% de los tumores. Uno de los argumentos de peso para comer bien.
Tomemos nota de esta fórmula, tan sencilla como sumar hábitos saludables. Dieta sana, actividad física y no fumar, sumado a un descanso saludable, actividad social y a permanecer poco tiempo sentados, el resultado es mayor esperanza de vida. Es el mensaje en el que se centra el XII Día Nacional de la Nutrición, una jornada que, entre otros, nos recuerda que el estilo de vida y, en especial el tipo de alimentación, es un factor determinante de la longevidad y uno de los que está en nuestra mano modificar.
Seguir una dieta equilibrada es invertir en salud. Precisamente una dieta saludable, acompañada de la práctica de ejercicio físico y del control del peso, nos permite reducir los riesgos de padecer tumores, especialmente los cánceres de colon y próstata. Una reducción del riesgo que los especialistas del Programa de Investigación en Epidemiología del Cáncer del Instituto Catalán de Oncología cifran entre un 15 y un 30%.
La relación entre nutrición y salud se traduce en toda una serie de alimentos a los que se les atribuyen beneficios interesantes para nuestro organismo y, en este caso en concreto, para la prevención de tumores. Tal y como ya sabemos, las dietas ricas en frutas y verduras son el mejor aliado, con un alimento a destacar, el tomate, por su contenido en licopeno. Otros estudios también han constatado los efectos beneficiosos de la dieta rica en alimentos con fibra.
Para comer bien y cuidar nuestra dieta los especialistas de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética, FESNAD, nos dan una serie de consejos, sencillos, prácticos y saludables. Consejos que, en la mayoría de los casos, ya conocemos, pero que no siempre seguimos. El primero de ello, comer al menos cinco piezas de frutas y verduras al día. El pescado, tres veces por semana; y las legumbres, entre dos y tres veces. Los frutos secos –un puñado al menos tres veces por semana- y los lácteos desnatados o semidesnatados tampoco pueden faltar en la dieta. Es aconsejable realizar tres comidas principales al día (desayuno, comida y cena) y uno o dos entre horas (almuerzo y merienda). No hay que olvidar el capítulo de la hidratación, siendo recomendable beber entre 1,5 y dos litros de agua al día.
La mejor manera de asegurarnos de que nuestro organismo recibe todos los nutrientes esenciales es comer de todo o, dicho de otro modo, seguir una dieta lo más variada posible, con especial protagonismo de los alimentos de origen vegetal y además ricos en fibras. Los más aconsejable es que los alimentos sean lo más naturales posibles, con una elaboración culinaria lo más sencilla posible.