Deporte aeróbico: Un corazón más fuerte y sano. Deportes como el fútbol, el tenis o la natación conllevan un menor riesgo cardiovascular que otras disciplinas como el remo o el triatlón. Practicar ejercicio es bueno y esencial para el cuidado de nuestra salud y, como recomienda la Fundación Española del Corazón (FEC), los deportes aeróbicos además de fortalecer nuestro corazón también ayudan a reducir la presión arterial. ¿Por qué es bueno mantenerse en forma?
Practicar deporte es saludable. Bueno para el corazón y para el funcionamiento de nuestro organismo, pero lógicamente debemos tener en cuenta que la actividad física o deportiva debe ajustarse a nuestras necesidades. ¿Cuáles son los deportes más beneficiosos para nuestra salud? La clasificación Mitchell, aprobada en la Conferencia de Bethesda y publicada en la Journal of the American College of Cardiology, se ha encargado de hacer una clasificación de las actividades deportivas en función del consumo de oxígeno. Así, aquellos que requieren un mayor esfuerzo también son los que pueden suponer un mayor riesgo cardiovascular. Deportes como el remo, boxeo, triatlón. En el lado contrario, es decir con menor riesgo cardiovascular, estarían el billar, el golf, el tiro olímpico o los bolos.
Si uno se encuentra en condiciones óptimas de salud, según los expertos en salud cardiovascular, los deportes que más pueden favorecer al corazón son el tenis, el fútbol o practicar carrera a larga distancia. Junto a la alimentación sana y equilibrada y el buen descanso, practicar deporte o alguna actividad física de manera regular es esencial para mantener nuestro estado de salud y bienestar.
El sedentarismo es uno de los principales enemigos de nuestra salud. De hecho, se considera que puede ser tan perjudicial como el hábito del tabaco, y sin necesidad de inhalar nicotina. Son múltiples los efectos beneficiosos que nos reporta la actividad física. Efectos beneficiosos para el sistema locomotor, el sistema respiratorio, cardiovascular, digestivo, nervioso y sensorial. Beneficios que no son solo físicos, ya que el deporte también reporta bienestar psicológico. Lógicamente, el tipo de actividad física a realizar habrá que adaptarlo a la edad, el peso, la fuerza, la flexibilidad y la resistencia cardiopulmonar.
Actividad física: Beneficios
La práctica de actividad física (natación, pasear, gimnasia, entre otras) de manera regular (no menos de 150 minutos a la semana) nos reportará, entre otros beneficios, los siguientes:
- Ayuda a mejorar la circulación sanguínea, evitando problemas de hipertensión, varices y arteriosclerosis.
- Ayuda a mantener la agilidad y flexibilidad muscular, al tiempo que mitiga los dolores musculares y de las articulaciones.
- Mejora el equilibrio, la coordinación psicomotriz y evita la descalcificación de los huesos.
- Ayuda a controlar el peso.
- Reduce el riesgo de formación de coágulos y, por tanto, de sufrir embolias o trombosis.
- Facilita la eliminación de toxinas y favorece la oxigenación de la sangre.
- Refuerza la musculatura abdominal, facilita la digestión y ayuda a reducir el estreñimiento.
- Estimula la capacidad de concentración y atención, al tiempo que el deporte mejora nuestro estado de ánimo.
- Ayuda a tener una mayor capacidad pulmonar, y por tanto a respirar mejor, al tiempo que favorece la relajación física y mental.
- La actividad física, como hemos señalado, también repercute de manera positiva en el sistema sensorial, ya que estimula los sentidos, en concreto, mejora la visión, el oído y el sentido del tacto.
Entre las diferentes modalidades deportivas por la que podemos decantarnos, la natación es uno de los deportes más completos. Además de combinar todos los efectos que hemos señalado anteriormente, la natación también es una buena aliada terapéutica. Así, por ejemplo, las aguas termales son muy beneficiosas para un gran número de trastornos. La natación es un deporte o actividad física muy recomendable tanto en los casos de hipertensión como para las personas con tendencia a padecer ansiedad o episodios de nerviosismo.