¿Qué son los parabenos?, ¿son peligrosos para la salud? Lo primero que hay que señalar es que hay dos tipos de parabenos, los orgánicos -están presentes en frutas como los arándanos- que no suponen ningún problema, y los también conocidos como parebenes, son un tipo de conservantes antimicrobianos utilizados tanto en la industria alimentaria como farmaceútica y cosmética. Se les considera seguros y especialmente eficaces para combatir hongos, bacterias y levaduras.
Pero más allá de sus propiedades, los parabenos han estado en el punto de mira por los efectos que podrían tener sobre la salud, máxime después de un estudio realizado en 2004, en la Universidad de Edimburgo, y publicado en el Journal of Applied Toxicology, que hizo saltar las alarmas al apuntar que se habían identificado trazas de parabenos en 9 de cada diez de las muestras analizadas de pacientes diagnosticadas de cáncer de mama. Aunque estudios posteriores no pudieron revalidar los datos, lo cierto es que la sospecha quedó instalada. Vamos a ver, más detenidamente, si realmente debemos temer o no a los parabenos.
Parabenos, ¿dónde están?
Los parabenos sintéticos son unos compuestos químicos, cuya autorización en determinadas concentraciones está permitida por las autoridades sanitarias, se utilizan como conservantes de un buen número de productos de alimentación, medicamentos y cosméticos. Así, por ejemplo, los encontramos en productos de confitería, frutos secos recubiertos o patés. En cuanto a los fármacos, los encontramos en los prospectos de jarabes, corticoides tópicos, fungicidas vaginales o supositorios, así como en cremas para la cara, desodorantes, tónicos o productos de maquillaje.
Es importante, por este motivo, leer siempre las etiquetas de los productos, donde aparecen bajo las formas de metil y etil, propil y butil (se consideran seguros en las concentraciones permitidas). Por su parte, hay otros que están prohibidos (benzil, pentil, isopropil, isobutil y fenilparabeno). Por su parte, el uso del benzilparaben también se ha prohibido al no poder descartar ni confirmar su relación con el aumento del riesgo de cáncer.
Los parabenos, aunque se trata de un problema de muy baja incidencia, pueden provocar algún tipo de reacción o mayor sensibilización. Sí es mayor el riesgo en caso de dermatitis crónica, por lo que antes de utilizar productos, sobre todo de uso tópico, para la piel conviene consultar al médico o dermatólogo.
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