Cuidados de la piel en la menopausia

menopausia y piel
Cuidados de la piel en la menopausia. Limpieza e hidratación son las dos premisas básicas para un buen cuidado de la piel. La hidratación de la piel depende en buena medida de la hidratación de nuestro cuerpo, por lo que es aconsejable una dieta rica y equilibrada y una adecuada ingesta de líquidos. Además, la higiene de nuestra piel adquiere una especial importancia durante la menopausia, debido las múltiples modificaciones que sufre derivadas de los cambios hormonales.
 
Existen en el mercado una amplia variedad de cremas hidratantes, así como productos especiales y cosméticos para nuestra piel. En el caso de los cosméticos faciales es aconsejable que reúnan una serie de condiciones:

  • Ser antisépticos.
  • Tener un pH ácido o neutro.
  • Actuar de forma superficial y ser fáciles de eliminar.

Aunque es recomendable el uso de cremas hidratantes y protectores solares tanto para prevenir los efectos negativos del sol como para reducir las señales propias del envejecimiento, su aplicación no debe ser desmesurada. Es decir, el exceso de producto puede obstruir los poros y, como consecuencia de ello, provocar la aparición de espinillas o puntos negros. Asimismo, no debemos olvidar que desmaquillarse de forma adecuada ayudará a que nuestra piel transpire durante el sueño sin problemas. También es conveniente usar productos exfoliantes, los cuales ayudarán a eliminar las células muertas de la epidermis.
 
No podemos olvidarnos de un tratamiento que ayuda a la renovación de las células epidérmicas y que también corrige las arrugas, cuya aparición es mayor durante la menopausia. Se trata del peeling, indicado tanto en casos de aparición de manchas en la piel, control de la grasa o para eliminar las cicatrices que suele dejar el acné. El peeling puede ser superficial, medio o profundo. Es una de las técnicas más demandadas en los casos de pieles dañadas por los efectos del sol o en el caso de aparición de estrías. Además, también activa la circulación de la sangre.
El peeling puede ser:

  • Mecánico (mediante cepillos o rodillos con micropartículas).
  • Químico, en la aplicación de un tratamiento a base de un producto químico sobre la piel, como el ácido salicílico o el mandélico, el cual provoca una descamación y, como consecuencia, una renovación celular.
  • Físico: Aplicación de distintos productos (Vitamina A en forma de geles y cremas) para eliminar las células muertas.

El sol acelera el envejecimiento de nuestra piel, así como la aparición de manchas y arrugas. Un enemigo al que se combate con la protección adecuada. Pero no es el único. Tampoco ayuda mucho a mantener nuestra piel sana e hidratada el tabaco, más perjudicial para la mujer, y el alcohol. Por ello, el mejor consejo para empezar a cuidarse es olvidarse de ciertos hábitos poco saludables y apostar por una vida sana y por un envejecimiento activo y natural.

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