Controlar las emociones: Cómo afectan a tu salud

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¿Cómo controlar las emociones? Para ayudarnos, de entrada, vamos a centrarnos en cómo afectan a la salud. El enfado, el enojo, no tienen por qué ser negativos, siempre y cuando controlemos nuestras emociones y no las expresemos de una forma demasiado frecuente e intensa. Si no controlamos el enfado, dará paso a la ira, lo que entre otras consecuencias conlleva para nuestra salud un incremento de la presión arterial y un aumento del ritmo cardiaco. Rebajar a tiempo el enfado es cuestión de seguir unos sencillos consejos. Tomamos nota.
 
El enfado, el enojo, son reacciones naturales, pero también pueden ser perjudiciales para nuestra salud si perdemos el controlsobre nuestras emociones. A lo largo del día nos encontramos con multitud de situaciones que pueden provocar nuestro enfado, situaciones injustas o triviales, desde un atasco a una discusión de pareja o el propio estrés de las preocupaciones diarias. Tal y como aconsejan los especialistas, es importante saber canalizar nuestras reacciones y sentimientos para que no se conviertan en un enemigo de nuestra salud. Así, por ejemplo, ante una situación de crispación lo más conveniente es manifestar nuestros sentimientos de manera firme, pero sin resultar agresivos y sin hacer daño a la persona o personas que tengamos delante.
 
Enfadarse en el momento justo y de la manera adecuada –ante situaciones injustas- es sano, ya que reprimir las emociones solo hará que sometamos a nuestro cuerpo a un mayor nivel de estrés. Lo que sí es perjudicial para nuestra salud es llevar las emociones al extremo. Por ejemplo, enfadarse y explotar ante cualquier situación. Cuando no controlamos nuestro enfado, el sistema endocrino libera más adrenalina, elevando la presión arterial y el ritmo cardiaco. Calcula cuántas veces a la semana te enfadas. El enfado reiterado puede provocar un desequilibrio físico y, según varios estudios, aumenta el riesgo de sufrir patologías cardiacas.
 

Técnicas para controlar las emociones

¿Cuántas veces hemos oído que antes de enfadarnos conviene contar hasta diez? No es un consejo trivial, sino todo lo contrario, ya que como hemos visto el descontrol de las emociones puede derivar en problemas de salud. Para controlar el enfado vamos a ver una serie de técnicas que nos ayudarán a controlarlo desde el primer momento:

  • Contar hasta diez (o incluso más si es necesario). Algo tan sencillo evita las reacciones extremas de la parte del cerebro que se encarga de controlar las emociones. Así damos tiempo al cerebro (córtex cerebral) para pensar una respuesta menos agresiva.
  • Pensar en la causa del enfado. El enfado no está siempre provocado por la situación, sino por el significado o la interpretación que le damos. En otras palabras, piensa no solo en tu punto de vista, sino en el de la persona que tienes delante. Nuestra opinión no es la única.
  • Evita las discusiones por la noche. Los temas importantes conviene tratarlos a primera hora o cuando se está tranquilo y relajado.
  • Aceptar las críticas. Ante un comentario de los demás no siempre hay que ponerse a la defensiva, sino que es bueno escuchar y después opinar.
  • Descarta usar las palabras nunca y siempre. Dos palabras que, en una discusión o conversación, pueden molestar a la otra parte.
  • Respirar profundamente. Al menos ocho veces, para disipar la tensión mental y física.
  • Cambiar de escenario. Si es posible, abandona unos minutos el escenario del conflicto y da un paseo, escucha música o haz ejercicio.
  • Pensar en momentos de tranquilidad. Rescatar mentalmente un momento divertido o de tranquilidad ayuda a controlar el enfado.
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