Las contracturas musculares son una distensión del músculo que provoca una serie de dolencias por esfuerzo que son persistentes y necesitan un tratamiento. Existen algunas contracturas que por nuestra rutina diaria pueden persistir haciendo que determinadas tareas se conviertan en insufribles. A continuación te descubrimos cuáles son los síntomas asociados a este tipo de contracturas y cómo puedes aliviarlas de forma natural.
¿Cómo reconocer una contractura muscular crónica?
Las contracturas musculares crónicas tienen unos síntomas comunes que pueden hacer que las reconozcamos:
Dolor local agudo y repetitivo
Dolor en la zona en la que se encuentra la contractura similar a un pellizco o una punción que aparece de forma habitual cuando estamos en una posición en la que el músculo contracturado se ve forzado. Cuando el dolor aparezca, es necesario corregir la postura o de lo contrario la contractura se hará más aguda.
Vértigos
Si la contractura se encuentra en la zona cervical, pueden desarrollarse vértigos puntuales cuando se infiere en la postura causante del dolor. Estos vértigos son transitorios y no tienen una causa neuronal pero deben tratarse porque de lo contrario pueden llegar a ser persistentes y hacer de nuestra rutina diaria algo imposible de mantener.
Migrañas
Si padeces de migraña, es muy común que estas aparezcan asociadas a una contractura. Lo mejor ante estos casos es estirar el músculo en cuestión y tomar antiinflamatorios pues hasta que no cese el resentimiento muscular la migraña tampoco desaparecerá y es una afección muy dolorosa y molesta.
Dolores al respirar
Si tenemos la contractura en alguno de los músculos asociados al cuello o la parte superior de las extremidades móviles es posible que aparezcan dolores o pinchazos al respirar. En este momento debes relajar el músculo y esperar a que pase o de lo contrario puedes desarrollar una crisis de ansiedad asociada a la imposibilidad de respirar con normalidad.
Remedios naturales que pueden ayudar a paliar el dolor
Aceite de cáñamo
Aunque es un poco complicado de conseguir, sin lugar a dudas es el remedio más efectivo contra las contracturas, para aliviar el dolor debes hacer friegas circulares con él en la zona afecta un par de veces al día. En muchas ocasiones, las propiedades de este aceite pueden llegar incluso a hacer que la molestia desaparezca.
Sal del Himalaya
Este componente de muchos objetos decorativos tienen propiedades calóricas que mejoran la circulación de la sangre haciendo que el dolor disminuya e incluso pudiendo hacer que desaparezca. Colócate una bolsa con sal en la zona afectada y mantenla durante un buen rato para calmar y aliviar el dolor.
Aceite de árbol del té
Si no consigues el aceite de cáñamo este aceite pude hacer de sustitutivo por tener unas propiedades similares. Aplícalo un par de veces al día y verás como la molestia desaparece por completo.
Cuestión de tratar la zona
Lo más importante si tienes una contractura muscular crónica es que recibas rehabilitación. Sólo una correcta rehabilitación puede hacer que la contractura desaparezca para siempre. Así que ya sabes, si descubres que la afección es crónica no lo dudes y acude a un especialista.