¿Cómo evitar comer de manera compulsiva? En ocasiones recurrimos a la comida como vía de escape al estrés e, incluso, al aburrimiento. ¿Cuántas veces has abierto la nevera sin tener realmente hambre? Te damos las claves para evitar un hábito que puede dar al traste con tu dieta y dejarte unos inesperados kilos de más.
La moderación es una de las claves de una dieta sana y equilibrada. Comer en exceso, y caer en la tentación del picoteo varias veces al día, traerá consigo un inevitable aumento de peso. ¿Cómo evitar comer en exceso? Seguro que más de una vez te has hecho esta pregunta. La respuesta está en los hábitos alimenticios de cada uno. Comer mucho, de entrada, puede ser perjudicial para la salud, no solo porque ganemos peso, sino porque este sobrepeso puede llegar acompañado de otras dolencias causados por una dieta desequilibrada (hipertensión, colesterol, diabetes…). Abandonar este hábito no siempre es fácil, pero no es imposible de lograr. ¿Cómo hacerlo? Vamos a ver una serie de consejos útiles que nos ayudarán a seguir una dieta más equilibrada y saludable.
Dejar de comer de manera compulsiva
- Un primer consejo pasa por evitar seguir una dieta demasiado estricta y con promesas de resultados demasiado rápidos –las conocidas dietas milagro-. Seguir una dieta rápida puede hacer que, al dejarla, aparezca el temido efecto yo-yo, es decir, recuperar el peso perdido, incluso algún kilo más. La pérdida de peso, cuando se trata de perder más de uno o dos kilos, debe ser gradual para que sea efectiva.
- ¿Recurres a la comida cuando te sientes nervioso, estresada o irritable? Las emociones influyen, y mucho, en nuestros hábitos alimenticios. De hecho, en ocasiones utilizamos la comida como un recurso para aplacar el estrés o la ansiedad. Justo lo que no debemos hacer, utilizar la comida como recompensa ya que es una actitud contraproducente. Una cosa es darse un capricho de vez en cuando –algo que es incluso aconsejable- y otra diferente picotear entre horas todos los días. ¿Cómo saber si realmente tienes hambre? Te contamos un truco: ¿te comerías una manzana? Si la respuesta es sí, tienes hambre; de lo contrario, no tienes hambre.
- Hay que prestar atención a las necesidades de nuestro cuerpo. Una dieta saludable pasa por seguir unos horarios de comida, sin saltarse ninguna, especialmente el desayuno. De igual manera, hay que dejar de comer cuando estemos llenos. Comer despacio es bueno, no solo porque nos permite apreciar el sabor y la textura de los alimentos, sino porque el estómago tarda casi veinte minutos en enviar al cerebro las señales de saciedad.
- ¿Sabías que utilizar platos más pequeños ayuda a comer menos? La mejor manera de controlar las raciones es evitar utilizar platos demasiado grandes, los cuales tendemos a llenar. Platos en los que deben primar las verduras, más nutritivas y saciantes. De igual manera, hay que evitar probar la comida mientras se está preparando.
- Evitar los condimentos o salsas más calóricas, como la mantequilla o la mayonesa. Es aconsejable preparar guarniciones y salsas con menos calorías.
- Si vamos a comer fuera de casa, antes de elegir los platos del menú, preguntar el tamaño de las porciones. Si es demasiado grande, se puede compartir o pedir que nos pongan la mitad para llevar. Asimismo, para aligerar calorías, mejor elegir una ensalada de primer plato.
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