Cómo combatir el síndrome del último minuto

¿Dejas las cosas para mañana o las haces ahora? Demorar las tareas o decisiones es una excusa a la que recurrimos, en ocasiones sin darnos cuenta, para enfrentarnos a lo inevitable. Dejar las cosas para mañana, en lugar de actuar sin dilación y centrándonos en el presente, solo hará que gestionemos mal nuestro tiempo, lo que nos puede llevar a las prisas de última hora, con los consabidos contratiempos, y si las cosas no salen como esperamos podemos sentir culpa y frustración. Acumular las tareas pendientes puede hacernos perder el control con más facilidad. Antes de que esto suceda, actúa. ¿Cómo evitar el síndrome del último minuto?

Analizar la situación

Antes de aplazar las cosas, conviene reflexionar unos minutos sobre la tarea o situación pendiente de resolver, porque muchas veces nos engañamos con excusas solo porque no sabemos cómo afrontar las cosas o por dónde empezar. Si analizamos la situación dejará de resultarnos tan compleja y, sobre todo recuerda este consejo de los expertos en psicología, dar vueltas a las cosas y ponernos excusas para aplazarlas consume más energía que centrarse en la tarea.

Adelantarse a los imprevistos

Dejar las cosas para el último momento, ya sea una tarea o una conversación pendiente, nos hace dejar de lado los imprevistos que puedan surgir a última hora. Si no prestamos atención a lo realmente importante, y lo demoramos dedicando el tiempo a cuestiones menores, perderemos oportunidades.

Cambiar de actitud

Los extremos no son recomendables. Así, el demorar las cosas puede provocarnos un desgaste de energía excesivo, o bien hacernos sentir culpables si realmente somos conscientes de que estamos demorando algo importante solo por desidia.

Reduce tus expectativas

En ocasiones nos aferramos a las excusas para hacer algo porque tenemos miedo a no cumplir con las expectativas. En realidad lo que está sucediendo es que estamos siguiendo demasiado exigentes con nosotros mismos y eso nos limita. Es importante ser flexible para estar preparado para lo que venga.

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