Llorar es bueno para la salud, libera emociones negativas y ayuda a descargar un peso que en muchas ocasiones nos está bloqueando mentalmente. Y no es el único beneficio de llorar cuando quieras, porque las lágrimas también pueden ser de felicidad.
¿Cómo afecta llorar? El más evidente efecto físico es que al llorar se limpia el lagrimal y se hidrata el ojo, pero detrás de las lágrimas siempre hay emociones, y esto es lo que vamos a descubrir. Toma nota de los motivos por los que es mejor no reprimir el llanto.
¿Por qué lloramos?
Llorar es una respuesta a un determinado sentimiento, recuerdo o situación que nos desborda. Lloramos para reducir la intensidad de un alteración del ánimo, en especial negativa (pensamiento malo, tristeza, ira…), pero también ante una alegría inmensa.
Así, por ejemplo, al llorar se liberan dos hormonas con efecto calmante, opiáceos endógenos y oxitocina, lo que favorece la relajación y puede ayudar a reducir el dolor, el estrés o la sensación de angustia.
Tipos de lágrimas
- Lágrimas basales: Las producidas de manera constante por las glándulas lacrimales para mantener hidratado el ojo.
- Lágrimas reflejas: Las que se producen cuando se mete algo dentro del ojo o cuando éste sufre una agresión.
- Lágrimas psíquicas o emocionales: Cuando detrás hay una emoción, ya sea de alegría o de tristeza.
Beneficios de llorar para salud
- Llorar es bueno para el corazón.
- Llorar es bueno para la ansiedad.
- Llorar alivia el dolor. Al llorar nuestro cuerpo libera opiáceos y oxitocina, con efecto anestésico y calmante natural.
- Llorar es bueno para los ojos. Las lágrimas evitan la sequedad de las membranas mucosas de los ojos y ayudan a lubricar los párpados.
- Llorar mejora las defensas al liberar una sustancia llamada lisozima que se deshace de gérmenes y bacterias, sobre todo de las que provocan los molestos resfriados.
- Ayudan a eliminar toxinas del organismo acumuladas a consecuencia del estrés.
- Llorar mejora el estado de ánimo, sobre todo por la sensación de relajación que se produce al cesar las lágrimas. Esto tiene su explicación científica, y es debido a los niveles de manganeso que se eliminan al llorar, un mineral que puede afectar a la estabilidad emocional cuando está presente en cantidades elevadas. Así, por ejemplo, el manganeso está relacionado con la fatiga, depresión, ansiedad e irritabilidad.
- Llorar refuerza la empatía.
Reprimir el llanto es malo
Afortunadamente, llorar ya no se considera sinónimo de debilidad, sino todo lo contrario, es una muestra de sensibilidad y, como hemos visto, una saludable manera de evitar reprimir las emociones que, mal canalizadas, solo pueden volverse más intensas y dañinas.
Reprimir el llanto puede hacernos más vulnerables a padecer irritabilidad, depresión o estrés por agotamiento mental.
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