Cistitis: Consejos para evitarla en vacaciones

cistitis en verano
Permanecer con el bañador mojado en la piscina o en la playa aumenta el riesgo de sufrir cistitis, una infección urinaria, ya que la humedad multiplica la presencia de microorganismos que la causan. Para evitarla, conviene poner en práctica algunos sencillos consejos.
 
La cistitis es una enfermedad o infección del tracto urinario, causada por una bacteria, que se caracteriza por la inflamación de la vejiga, siendo mucho más frecuente en verano. Las mujeres, por la propia anatomía femenina, somos más vulnerables a padecerla. Se calcula, además, que el 30% de las mujeres que la sufren una vez, vuelven a padecerla, con una media de tres o más episodios al año. Para prevenir su aparición se recomienda seguir unas pautas higiénicas y tomar arándano rojo, un fruto que impide la adhesión de las bacterias a las paredes de la vejiga, facilitando que sean expulsadas con la orina.
 

Cistitis en verano

La cistitis, como hemos señalado, es más frecuente en los meses de verano. El calor, de entrada, aumenta la proliferación de las bacterias, a lo que hay que sumar otros factores de riesgo, como el sudor, el uso de tampones e, incluso, los problemas de estreñimiento típicos de las vacaciones (generados por el cambio de hábitos o de alimentación). Pero, ¿cómo evitar arruinar los días de vacaciones por culpa de una cistitis? La prevención es fundamental, así como extremar la higiene personal. Para evitarla, vamos a ver unos sencillos consejos:

  • Beber mucha agua y orinar con frecuencia: El agua es el mejor aliado para prevenir la cistitis, así como problemas de deshidratación por culpa del calor. Es aconsejable beber, al menos, un litro y medio de agua al día, salvo que el médico especifique lo contrario debido a otros problemas de salud. Aumentar la ingesta de agua ayuda a evitar que las bacterias se queden estancadas en la vejiga. Otros líquidos que también son beneficiosos es el zumo de arándanos. Por el contrario, conviene evitar la cafeína y el alcohol.
  • La higiene íntima es esencial: Utilizar ropa cómoda y holgada disminuye la sudoración. Hay que apostar por las prendas que favorecen la respiración de la piel tanto como sea posible, para mantener alejados los gérmenes. Hay que evitar los trajes de neopreno porque favorecen la proliferación de bacterias. Al regresar de la playa o de la piscina, hay que darse siempre una ducha y cambiarse de ropa.
  • Revisar la dieta: La alimentación también puede ser de ayuda para prevenir la cistitis. En caso de estreñimiento, uno de los factores de riesgo de infección del tracto urinario, es aconsejable seguir una dieta rica en fibra. Hay otros alimentos que son buenos aliados, como los frutos rojos, muy beneficiosos para la salud. De igual manera, hay que evitar los alimentos fritos, los alimentos con niveles altos de grasas, los dulces y los refrescos que favorecen el crecimiento bacteriano. Un último consejo dietético: tomar zumo de piña (sin azúcar), con vitamina C y efecto antiinflamatorio, fundamental para combatir las infecciones.

Complicaciones de la cistitis

Si a pesar de todas estas precauciones, se notan síntomas como ardor al orinar o un extraño dolor en la zona abdomen o de los riñones, es posible que tenga que hacer un examen de orina para diagnosticar la presencia de una bacteria. El médico se encargará de prescribir el tratamiento más adecuado, incluida la toma de antibiótico. Si la cistitis no se trata a tiempo puede convertirse en crónica. Si la infección alcanza a los riñones, también puede ponerlos en riesgo.
 
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