Como lo estás leyendo, el mal humor engorda o puede hacer que te cueste perder peso. Si llevas tiempo a dieta y no hay manera de que funcione a pesar de que sigues a rajatabla todo el plan, fíjate si últimamente no estás resolviendo adecuadamente tus problemas. Las emociones mal gestionadas que desembocan en enfados, ira y enojo pueden ser un factor que esté evitando que adelgaces, incluso alomejor estás aumentando de peso a causa de tu mal humor.
Hace tiempo que algunos estudios demostraron que la ira provoca estados anímicos negativos que te hacen encerrarte contigo misma y buscar una vida sedentaria, lo que influye directamente en el aumento de peso. Otras investigaciones relacionan la ira con los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares. Ahora, el experto en nutrición Juan Manuel Romero Villa, autor del libro ‘El que se enoja engorda’ asegura que el enfado incide directamente en el incremento de peso.
¿Y cómo es esto posible? Pues hay una explicación científica. Cuando nos enfadamos, nuestro organismo segrega adrenalina y cortisol, una combinación nada recomendable que culmina en un proceso de inflamación que hace que las células no puedan liberar energía, incidiendo directamente en el incremento de peso. Por tanto, si nos enfadamos continuamente, generaremos un efecto de rebote en nuestro cuerpo que nos dificultará perder peso o incluso nos engordará de forma indeseada, frustrando nuestras metas saludables de vida.
Tras 14 años de profesión y cientos de entrevistas con pacientes, el nutricionista se dio cuenta de la estrecha relación que suponían los sentimientos de enfado con uno mismo y el exterior con los problemas de obesidad y comenzó a investigar. Así, el libro es una guía para establecer una relación armoniosa con la comida y liberar las emociones negativas en torno a ella.
Así que ya sabes, deja atrás tus emociones negativas, aprende a gestionar tu ira, sonríe a la vida y disfruta. No sólo te sentirás mejor contigo misma, sino que además ¡bajarás de peso!
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